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Una exposición reúne el legado artístico de Flandes en La Palma

La Fundación Carlos de Amberes expone esculturas flamencas

La ruta atlántica del azúcar en el siglo XVI tiene como testimonio el legado artístico que dejaron los hacendados flamencos en la isla canaria de La Palma. La exposición El fruto de la fe, abierta en la Fundación Carlos de Amberes, de Madrid (Claudio Coello, 99, www.fcamberes.org, hasta el 20 de febrero), contiene esculturas y pinturas procedentes de La Palma, junto a otras piezas de distintos lugares de España y Portugal.

El proyecto global del estudio del arte de los flamencos en La Palma, a iniciativa de la Fundación Carlos de Amberes y el Cabildo insular de La Palma, incluye una exposición itinerante, el catálogo y un congreso internacional, que se celebrará en la Universidad de Lisboa. La muestra viajará después a la Abadía de San Pedro, de Gante (desde el 4 de marzo), y al antiguo convento de San Francisco, de Santa Cruz de La Palma (10 de julio-30 de agosto). Tiene el apoyo de la Comisión Europea y de la sociedad estatal Seacex.

Durante tres años, el historiador del arte Fernando Checa, como comisario, ha investigado la ruta artística de obras religiosas flamencas que de forma paralela a la ruta industrial del azúcar se desarrolló en Europa durante los siglos XV y XVI desde el norte y centro del continente hasta Castilla, Portugal y las islas Canarias. Las familias de las antiguas provincias de los Países Bajos establecidas en La Palma recibían objetos piadosos, como retablos, esculturas y pinturas, procedentes de talleres de Flandes (Bruselas, Amberes, Malinas), que instalaban en sus oratorios privados y en las primeras iglesias de la isla. Las piezas han sido sometidas a estudios artísticos y técnicos de catalogación y restauración.

"La exposición permite conocer el fenómeno histórico de la presencia del arte flamenco en las islas Canarias. El que existe en la isla de La Palma es el más desconocido", declara Fernando Checa. "Es un fenómeno interesante situar estas piezas flamencas en un contexto europeo y comparar estas obras religiosas que han permanecido en La Palma con otras castellanas, portuguesas y flamencas, de las mismas rutas comerciales, procedentes de los talleres en la segunda mitad del siglo XV y el siglo XVI".

Checa opina que los retablos, esculturas y pinturas forman un "arte para la exportación y el comercio", un arte de repetición, de series de objetos, con piezas similares que se reparten en diferentes ciudades, como se puede observar en el montaje. "Son obras de taller, con la marca específica pero sin autor, entre finales de la Edad Media y principios del renacimiento. Son piezas bellísimas, que cuestionan por ser un arte seriado la propia idea de la originalidad del artista, pero sin merma de la calidad".

En el montaje se han dispuestos varios conjuntos temáticos, para comparar las distintas procedencias, con tallas sobre la Anunciación, el Calvario, Santa Ana, La Virgen y el Niño, Nuestra Señora de los Ángeles, de los Dolores y de los Reyes, Cristo Crucificado, San Miguel Arcángel y San Blas obispo, además de pinturas de Pieter Pourbus.

El catálogo incluye ensayos de Checa, Pieper, Everaert, Viña, Pérez Morera, Baert, Vandenbroeck, Didier, Grilo y Huvenne sobre la escultura flamenca en La Palma, las haciendas del azúcar y el arte flamenco, además de estudios técnicos y fichas documentales de las obras expuestas.

<i>Dolorosa del Calvario del Planto</i> (hacia 1510-1520), en Santa Cruz de La Palma.
Dolorosa del Calvario del Planto (hacia 1510-1520), en Santa Cruz de La Palma.

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