_
_
_
_
_

Un libro recupera la memoria del guerrillero antifranquista Francisco Pacheco

El investigador Luis Miguel Sánchez Tostado publica 'La fosa del Tamaral'

Ginés Donaire

El investigador Luis Miguel Sánchez Tostado presentó ayer el libro La fosa del Tamaral (investigación y exhumación tras 58 años de silencio), que saca del olvido a Francisco Pacheco, un guerrillero andaluz que actuaba de enlace clandestino entre el Partido Comunista y la resistencia antifranquista establecida en Sierra Morena y que simbolizaban los maquis. La investigación ha permitido exhumar sus exequias de la provincia de Ciudad Real y reunirlas en Andújar (Jaén) con los de su esposa, poniendo colofón a 58 años de silencio.

La fosa del Tamaral es la segunda entrega de la colección Memoria histórica, con la que Sánchez Tostado se ha adentrado en trabajos inéditos de investigación sobre la Guerra Civil, la dictadura franquista y su impacto en la provincia de Jaén. La primera entrega, Vivir para contarlo, fue presentada el pasado mes de junio y recoge las memorias y la biografía de Francisco Expósito Prieto, El Gafas, considerado uno de los guerrilleros más combativos de España. El escritor jiennense, diplomado superior en Criminología por la Universidad Complutense, es autor además de numerosos ensayos y trabajos de investigación y de otros siete libros, entre los que destacan Los maquis en Sierra Mágina, La guerra no acabó en el 39 y Crónicas del crimen.

En el libro presentado ayer en la Delegación del Gobierno andaluz en Jaén, el investigador jiennense se aproxima a la figura del guerrillero Francisco Pacheco, que fue detenido en 1945 por la Guardia Civil y nunca más se supo de él. Los guardias dijeron que huyó a la sierra para unirse a la guerrilla. Su esposa, apoyada en rumores que lo hacían en Francia, pasó media vida con la esperanza de verlo, pero murió sin conocer que Francisco había sido asesinado.

Tras numerosas indagaciones, Luis Miguel Sánchez Tostado ha conseguido esclarecer este crimen. Aunque nacido en Benamahoma (Cádiz), Francisco Pacheco fijó su residencia en Andújar, de donde era su esposa, Dolores Capilla Moreno. Tras cumplir la condena de seis años y un día que se le impuso en las postrimerías de la Guerra Civil, empezó a militar clandestinamente en el Partido Comunista de Andújar y ejerció de enlace entre el comité provincial y la guerrilla, con quien se reunió en numerosas ocasiones para facilitarle alimentos e información.

Aunque fue apresado en 1945, Pacheco logró escaparse y alcanzó la base de la guerrilla para advertir de la proximidad de los guardias civiles. Sin embargo, fue considerado como un traidor por la propia guerrilla de Francisco Expósito Prieto, conocido como El Gafas, que le dio muerte. Su cuerpo fue abandonado en la sierra y encontrado por un guarda el 22 de octubre de 1945.

Su familia lo dio por desaparecido e incluso llegó a sospechar de que hubiera alcanzado el exilio francés. El investigador Sánchez Tostado localizó en Francia las memorias de El Gafas, donde el jefe guerrillero confiesa el crimen.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La fosa del Tamaral también incluye el caso del guerrillero Doroteo Cerro Carnero (Argamasilla de Calatrava, Ciudad Real, 1948) y el de las jovencísimas hermanas Pantoja Carrillo (Villaviciosa de Córdoba, 1949), ametralladas en la sierra de Andújar y cuyos cuerpos desnudos fueron exhibidos públicamente ante la indignación popular.

La Asociación de la Memoria Histórica de Jaén tiene localizadas una veintena de fosas comunes de represaliados del franquismo en distintas zonas de la provincia de Jaén (desde Higuera de Calatrava, Andújar, Rus o la Sierra de Segura) en base a los testimonios ofrecidos por los ancianos que participaron en la contienda civil.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_