El plan obtiene resultados similares a los de Suiza y Holanda
El Programa Especial de Prescripción de Estupefacientes en Andalucía (Pepsa) no es el primero de estas características que se lleva a cabo. Países como Suiza y Holanda llevan años organizando ensayos que, como el español, se dirigen a pacientes que han fracasado previamente con tratamientos de metadona intentando mejorar sus condiciones de vida. La experiencia andaluza arroja resultados similares.
Suiza comenzó a dispensar heroína bajo control médico hace 10 años en la ciudad de Zúrich. En 1995 pasaron por su programa 1.700 heroinómanos, la mayoría de los cuales mejoraron sus condiciones físicas, mentales y sociales. Ninguno de ellos se contagió por VIH y las tasas de delincuencia entre los participantes se redujeron un 80% (un 73% en el caso español). Tampoco se registró ninguna muerte por sobredosis, según su director, el psiquiatra español Miguel Marset.
En Holanda, las pruebas comenzaron en 2000. A diferencia de las experiencias española y suiza, sus 549 participantes se dividieron en tres grupos que recibieron metadona; metadona y heroína inhalada; y metadona y heroína inyectada, respectivamente. En las conclusiones del estudio, publicadas en la revista British Medical Journal, sus responsables afirmaban que "la prescripción conjunta de heroína y metadona" era "posible, más efectiva y probablemente tan segura como la de metadona sola" para reducir los programas físicos, mentales y sociales de los heroinómanos.
La principal diferencia del caso español es el criterio con que se seleccionaron los pacientes. Mientras que los participantes en el ensayo holandés sólo tenían que haber fracasado previamente con la metadona, en el andaluz, los toxicómanos incluidos tenían que cumplir con el requisito de sufrir enfermedades asociadas a su adicción (sida, hepatitis) o haber cometido delitos.
