El plantón del 'lehendakari'

La ausencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe, ayer en Zaragoza fue casi una presencia, aunque los tres presidentes autonómicos se esforzaran en deshacerse de su sombra y se negaran a pronunciarse sobre la decisión tomada por el político vasco.

El único representante del Gobierno del País Vasco fue el encargado de Asuntos Europeos, José María Muñoa, discreto, siempre a un lado de la sala, como si aquello no fuera con él. Por tres veces fueron preguntados sobre la ausencia del lehendakari en la conferencia de prensa, y por tres veces Iglesias, Maragall y Sanz repitieron que respetaban las decisiones que tomara cualquier otro presidente. Sanz, sin embargo, se atrevió a exponer una especie de acertijo: "Cuando uno es invitado tiene tres opciones; puede no venir por considerar que no vale la pena pasarse por lo que le van a dar; la segunda opción es venir de oyente, y la tercera es venir activamente. Pese a que no he podido intervenir en el pleno yo he participado activamente".

Efectivamente, el mandatario navarro, sin embargo, admitió que los intereses del País Vasco habían sido expuestos en el plenario por el portavoz de todos ellos, el presidente aragonés.

Maragall reconoció que no se habló del tema de las lenguas, y recordó que el primer ministro francés conoce bien la situación. "Raffarin veranea desde hace mucho tiempo en la Costa Brava", dijo, "y conoce muy bien las cuestiones que plantea Cataluña". "A lo mejor ya sabe algo de catalán", terció Maragall. El lehendakari se negó a asistir a la cumbre porque no podía intervenir en el plenario para defender sus ideas.