Pocos hijos y, si es posible, chicas
Un estudio del CSIC revela que las parejas españolas prefieren hijas y que el 48% de las madres primerizas tiene más de 30 años
Pocos hijos y, a ser posible, que sean hijas. En España, cuya fecundidad se encuentra entre las más bajas de Europa, las parejas prefieren en mayor medida tener hijas. Así lo revela un estudio realizado por dos expertas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la demógrafa Margarita Delgado y la estadística Laura Barrios. Llegan a esta conclusión tras observar que las madres de un varón tienden a tener otro hijo en mayor medida que las que dieron a luz una primogénita, tal como revela el análisis de la última Encuesta Nacional de Fecundidad. De ahí que existan más hijas que hijos únicos. Ver qué ha ocurrido, prever lo que puede pasar respecto a la maternidad y observar qué elementos la condicionan. Con ese fin, Margarita Delgado y Laura Barrios han analizado los datos de la última encuesta de fecundidad (contestada en 1999 por 7.000 mujeres entre 15 y 49 años). Las expertas se han centrado especialmente en las respuestas de las 3.091 mujeres entre 35 y 49 años.
- Preferencia por las hijas. Uno de los aspectos que revela el análisis de los datos es "la preferencia de hijos del sexo femenino". "Se manifiesta en el hecho de repetir, o no, la maternidad en función del sexo de los hijos previos", señala el estudio, presentado en el VII Congreso de Sociología, celebrado el pasado septiembre en Alicante. De las 2.798 mujeres de 35 a 49 años que habían tenido hijos, 511 sólo tuvieron uno: varón en 229 casos y mujer en 282. Cuando el promogénito fue niño, sólo el 16,5% de las madres decidieron no tener más. Esta proporción sube al 20% cuando el primer bebé fue una niña. "Esta diferencia, que es estadísticamente significativa, deja clara la preferencia por tener al menos una niña en la familia", afirma Delgado. La predilección por la hija que muestran los datos sobre la trayectoria materna de las mujeres más mayores se corresponde con la tendencia que muestran otras encuestas, añade la demógrafa. "Se observa también que las familias con dos hijos varones tienen un tercero en mayor proporción que las que tienen niño y niña o dos niñas", añade Delgado.
- Predilección según estudios. La preferencia por las niñas es más acusada en el caso de las madres con educación superior, según el estudio. "Todo esto no quiere decir que las parejas rechacen tener hijos varones", puntualiza Delgado. Además, por ley natural, nacen más varones que mujeres.
- Madres cada vez más mayores. El estudio también distingue los factores que más inciden en el número de hijos que se tienen. El de mayor peso es la edad a la que se da a luz el primero: cuanto más tarde, menor posibilidad de tener más de un hijo, ya que el periodo de fertilidad es menor. Esta cuestión influye por igual, al margen de cuestiones como el nivel de estudios de la madre o su situación laboral. Los datos de la encuesta nacional de fecundidad revelan que las mujeres entre 35 y 49 años madres de un sólo hijo lo tuvieron, de media, a las 27,7 años. En cambio, las que tuvieron dos fueron madres por primera vez a los 24,4 y las que dieron a luz tres alumbraron el primero a los 22,2 años de media.
- Retraso creciente. La edad media para tener el primer bebé no cesa de aumentar al tiempo que disminuye la fecundidad (promedio de hijos por mujer entre 15 y 49 años). En 1975, un año de altísima natalidad (669.378 bebés y un promedio de 2,78 hijos) la edad media al nacimiento del primer hijo era de 25,3 años. En 1990 (401.425 nacimientos y una tasa de fecundidad de 1,36) había ascendido hasta los 26,8 años. Desde entonces el retraso se ha recrudecido: en 2002 (416.518 nacimientos y 1,26 de fecundidad) la edad media para tener el primer hijo era de 29,18 años.
- 54% de primogénitos. Más de la mitad de los bebés que nacen son primogénitos. En 2002 supusieron el 54,18%. Sin embargo, en 1975 sólo alcanzaban el 36,25%. Ahora, casi la mitad de las madres primerizas (el 48%) tienen treinta o más años. En 1975 sólo suponían el 11,3%.
- Consecuencias. "Si se mantiene el retraso en la edad a la que se tiene el primer hijo, vigente incluso en los momentos en los que ha repuntado levemente el número de nacimientos, será muy difícil que se recupere la fecundidad", advierte la demógrafa Margarita Delgado. "Además, como el nivel educativo de las mujeres va en aumento y a más estudios, más retraso en la maternidad, es muy difícil que la tendencia cambie salvo que cambien las circunstancias y existan razones muy atractivas para tener hijos", prosigue. De ahí que, a su juicio, "las políticas públicas tienen que facilitar la formación de familias, ahora muy tardía entre otras cosas por el difícil acceso a la vivienda y la inestabilidad laboral, si se quiere que la fecundidad repunte".
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