Vallcorba festeja los cinco años de El Acantilado
Jaume Vallcorba está feliz. Anda por la feria casi dando saltos y explicando a todo el que se cruza en su camino que ha vendido "todos los ejemplares" que trajo de Quim Monzó y de Empar Moliner. El distribuidor le iba a proporcionar más. Por si fuera poco, celebró el lunes los cinco años de su sello en castellano El Acantilado. Como Jorge Herralde se encargó de recordar, Quaderns Crema, la madre de todas sus aventuras editoriales, cumple su primer cuarto de siglo.
Hubo copas y canapés y media feria se pasó por su fiesta. Pero lo mejor de todo fue la lección sobre la edición y los editores que dio, de manera casi improvisada, Roberto Calasso, el presidente de la italiana Adelphi. Calasso comparó El Acantilado con Sexto Piso. En ambas, los editores publican lo que les gusta y cuidan el diseño y la calidad al máximo. "Son las mejores editoriales que he visto nacer en los últimos cinco años". "Si pienso en los últimos 40 años, puedo contar con los dedos de las dos manos las editoriales que han seguido adelante. ¿Cuál es el secreto? ¿Cuál es la diferencia? Aparecen muchos editores, todos con ideas muy nobles, independientes, contrarios a los grandes grupos, son puros y caen en la gran trampa. Son pequeños, independientes y les parece que vender libros es un pecado. Eso es lo que ha impedido a muchos seguir adelante. No es el caso de Jaume. No se avergonzó de publicar a Stefan Zweig cuando ya lo había publicado todo el mundo, y editó muy bien. Éste es el verdadero valor de un editor".
Influencias
Calasso se embaló y fue luego a por los escritores, a por determinados escritores. "Me irrita profundamente la cantidad de manuscritos que me llegan en los que sus autores han utilizado elementos de grandes escritores, como Borges, pero que, en realidad, no han recibido siquiera su influencia. Son trabajos impecables, serios, pero absolutamente mediocres. Nada de eso pasa en los libros que publica Vallcorba".
Herralde hizo un agudo y, en algún momento, malicioso análisis de la trayectoria editorial de Vallcorba, cuyas editoriales definió como "sociedades unipersonales". "Él marca su territorio. Los libros son suyos y él es el único amo y señor". Herralde habló largamente de Quaderns Crema, de la primera salida en falso de Vallcorba en castellano, Sirmio, que sin que se sepa bien por qué no funcionó, pese a que "tenía una colección tan espléndida como La Caja Negra, dirigida por un tal F. R., Francisco Rico, claro". Con El Acantilado, en cambio, no ha habido problemas. "Vallcorba se ha inclinado por los autores centroeuropeos y también de la antigua Europa del Este. En su catálogo están, además, entre otros muchos, Pirandello, Ginzburg o la poesía de Roberto Bolaño".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.