Huelga para hacer huelga

Una huelga que no se nota es una huelga a medias. Y si no, que se lo pregunten a los trabajadores de las empresas privadas de ambulancias que cubren los servicios de urgencias en Guipúzcoa. Llevaban una semana de paro indefinido en demanda de un convenio justo, con un seguimiento masivo de la huelga pero escasa repercusión práctica, debido a los servicios mínimos del 100% fijados por la Delegación de Trabajo. Para combatir esta situación, ayer iniciaron una huelga de hambre que secundaron el 95% de los empleados, según los sindicatos. Con esta fórmula cumplen la legalidad y hacen efectiva su protesta, pues, a medida que vayan pasando los días, los conductores y sanitarios se irán debilitando, no estarán en condiciones de trabajar, tendrán que coger la baja laboral y podrán así hacer huelga.

"No nos dejan otra opción", sostiene Jaime Durán, de CCOO, que ha convocado la huelga indefinida junto a LAB, ELA y USO. Las centrales reclaman a la patronal un convenio para tres años, con subidas salariales del 50% el primero y del 30% los dos siguientes, y una reducción de jornada de 60 horas mensuales para finales de 2006. Los empleados trabajan ahora hasta 240 horas al mes y cobran entre 686 y 720 euros brutos, según afirman los sindicatos. Los trabajadores admiten que las empresas no tienen margen de maniobra para mejorar sus sueldos, si antes Sanidad no incrementa los recursos que destina a la cobertura de las emergencias. Por eso, con el ayuno pretenden forzar a la consejería a mover ficha. Su titular, Gabriel Inclán, dijo ayer que "ayudará" a resolver el problema, aunque añadió que son los empleados y las empresas, que se reunirán mañana, los que tienen que buscar soluciones.