La inversión pública tira del I+D y lo sitúa en el 1,1% del PIB

El gasto en investigación y desarrollo en España alcanzó el 1,1% del PIB en 2003, cuando la media de los países de la UE es del 1,93%, según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística. El principal motor de esta expansión de casi una décima respecto al año anterior es el gasto público y especialmente la enseñanza superior. La participación de las empresas en la financiación del gasto retrocede ligeramente.

La situación de la (I+D) en España es de estancamiento respecto a la distribución entre el sector privado y el público y además persiste la gran brecha con Europa, según los indicadores obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el segundo año en que se aplica la nueva metodología en la encuesta sobre actividades de I+D. El gasto interno asciende a 8.213 millones de euros, con un aumento del 14,2 % respecto a 2002.

Las empresas ejecutan el 54,1% de este gasto, pero sólo financian el 48,84%. El año anterior estos porcentajes fueron del 54,6% y el 49%. En cuanto a las comunidades autónomas, financian ya el 25% del gasto en I+D. En lo que se refiere al gasto, sólo están por encima de la media española las comunidades de Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña.

En relación con Europa, España permanece en el tercer lugar por la cola en cuanto a esfuerzo en I+D, sólo por encima de Grecia y Portugal, aunque es posible que se llegue a igualar con Italia cuando se conozcan los datos de ese país, comentó ayer Fernando Cortina, subdirector general de estadísticas del INE.

A pesar de que la convergencia con Europa esté todavía muy lejos, "los datos globales son buenos, pero la menor tasa de crecimiento del gasto empresarial, a pesar de los ingentes fondos presupuestarios asignados a las empresas, pone en cuestión el modelo y los instrumentos de política tecnológica y de innovación hacia las empresas de los anteriores gobiernos que representa el Profit [Programa de Fomento de la Investigación Técnica]", opinó ayer Luis Sanz, del CSIC, experto en políticas de I+D.

La encuesta del INE se realiza mediante un amplio muestreo de las universidades, organismos de investigación y empresas que realizan el gasto, por lo que hay datos que no se pueden conocer por esta vía, como el porcentaje de los fondos utilizados por las empresas que proceden de subvenciones y de los créditos blandos que dan las administraciones públicas, en una gran parte para programas militares.

Juan Mulet, director de la Fundación Cotec, señaló ayer que está claro que no funciona la utilización del gasto público como palanca para conseguir un aumento del gasto privado, que en el 2010 debería alcanzar los dos tercios del total. También denunció como principal fallo del sistema de I+D español la falta de una estrategia que establezca prioridades. El señalado aumento en 2003 de unidades jurídicas que hacen I+D (que pueden ser filiales de empresas), por razones de ventajas fiscales y de otra índole, ha introducido confusión en los indicadores, ya que es el sector que más crece, seguido por los productos farmacéuticos.