Una monografía de Antonio del Castillo rehabilita al pintor barroco

"Antonio del Castillo ha sido y es un pintor desafortunado", afirmó ayer el historiador del arte Benito Navarrete en la presentación en el Museo del Prado de la monografía y catálogo razonado del artista barroco (Córdoba, 1616-1668). Junto con la hispanista estadounidense Mindy Nancarrow han investigado durante nueve años la biografía, los dibujos y pinturas repartidas en museos y colecciones y han rechazado atribuciones.

El volumen ha sido publicado por la Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico (www.fahah.com), creada en 1998 para fomentar el estudio, investigación y publicación de trabajos que enriquezcan el conocimiento sobre el arte español. Su presidente, Juan Abelló, dijo en la presentación de la monografía de Antonio del Castillo -iniciada por Rodrigo Uría, presidente del patronato del Prado-, que en los últimos seis años se han editado 17 títulos y se preparan otros cinco. "Los objetivos de la fundación son la difusión de nuestro patrimonio artístico, con catálogos razonados y diversos aspectos del coleccionismo histórico. El libro está patrocinado por Sacyr Vallehermoso, cuyo presidente, Luis del Rivero, destacó la aportación sobre un pintor "olvidado y desconocido".

También reconoció "el rescate de un artista olvidado" la directora del Museo de Bellas Artes de Córdoba, Fuensanta García de la Torre, autora del prólogo, al señalar el trabajo de Mindy Nancarrow, de la Universidad de Alabama, y Benito Navarrete, de la Universidad de Alcalá, para un mayor conocimiento y difusión de uno de los maestros de la pintura barroca española y andaluza. El museo de Córdoba tiene una de las colecciones más completas de Del Castillo, cuya obra se dispersa desde la desamortización de 1835 por museos como el Prado (tiene la serie de seis lienzos sobre La vida de José y numerosos dibujos), el Louvre, la Hispanic Society de Nueva York, Los Angeles County Museum y el de Budapest. "Hacía falta una revisión definitiva y la catalogación del pintor", declaró García de la Torre, quien recordó la llegada a Córdoba a comienzos de los noventa de la hispanista estadounidense interesada en la biografía de Del Castillo, investigado junto a sus obras en etapas sucesivas por Palomino, Ceán Bermúdez, Sánchez Cantón, Valverde, Diego Angulo y Pérez Sánchez, entre otros. Del trabajo publicado destacó el estudio de sus dibujos y la técnica de las pinturas, la vinculación a las fuentes grabadas en la pintura barroca andaluza (objeto de la tesis doctoral de Benito Navarrete, publicada también por la fundación), la producción del taller del artista y las atribuciones rechazadas, ya que un conjunto de originales salieron de España y se quedaron las copias realizadas en el XIX.

Benito Navarrete también se refirió a los estudios de profesores sobre Del Castillo para señalar que es un pintor comparable a Zurbarán, por el "sentido narrativo" de su pintura y la calidad de sus dibujos, "verdadero laboratorio de ideas", que llegan a interesar a Cézanne. "Había que centrarse en el análisis de sus fuentes y en el proceso del trabajo del artista, que evoluciona desde un manierismo reformado a un primer naturalismo, el trabajo en el obrador de Zurbarán en las figuras seriadas para el Nuevo Mundo y su contacto con las estampas flamencas que modifica su pintura, con tendencia a lo narrativo y una devoción por lo natural".

Mindy Nancarrow comentó las investigaciones en Córdoba de documentos y protocolos para seguir en la biografía los tres matrimonios del pintor, que aportan cambios sociales hasta que se consolida su producción a partir de las pinturas con historias sobre los santos de Córdoba.

El libro cataloga 112 pinturas, algunas inéditas, con capítulos sobre su vida, su estilo, dibujos preparatorios, seguidores, cronología y documentos y atribuciones rechazadas, además de índices y créditos.