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Irak convoca elecciones para el 30 de enero a pesar de la ola de ataques de la insurgencia

El ministro de Defensa interino afirma que en esa fecha ya habrá acabado con los rebeldes

Tras una violenta jornada en el centro, norte y oeste del país, la Comisión Electoral de Irak anunció ayer la fecha de las elecciones generales: el 30 de enero, el último día posible en el plan de normalización aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. El portavoz de la comisión, Farid al Ayar, dijo que se celebrarán incluso en las zonas afectadas por la violencia, como Faluya y Ramadi, donde prosiguen los combates. En el mismo Gobierno iraquí no hay consenso: son varios los que piensan que la celebración no será posible en el actual clima de violencia.

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El ministro interino de Defensa, Hazem Chalan, es de los optimistas: "Todos los núcleos de tensión serán eliminados antes de las elecciones (...). El Gobierno acabará con los terroristas que actúan en Irak antes de enero, para lo que cuenta con un plan militar similar al ejecutado en Faluya", dijo ayer en la radio iraquí. Ibrahim al Janabi, mano derecha del primer ministro interino, Ayad Alaui, es de los pesimistas: "Es más probable que se aplacen a que se celebren en la fecha prevista", dijo el jueves.

El retraso de tres días sobre la fecha prevista del 27 de enero se debe a las dificultades para completar la inscripción de votantes. En la primera semana de diciembre deberá estar finalizado el proceso para la validación de la lista final. Una fuente de la ONU en Bagdad, que dispone de un equipo electoral de apoyo (12 personas), aseguró a la BBC que el anuncio de la fecha es un "mensaje claro" de que la comisión cree que las elecciones podrán celebrarse en enero. Las consideraciones de ese organismo electoral son técnicas, no políticas ni militares.

El portavoz de la comisión, Farid al Ayar, afirmó que los comicios se celebrarán en todas las provincias (referencia a Al Anbar -Faluya y Ramadi-, la zona de mayor violencia) porque la ley establece una circunscripción única. Al Ayar confirmó que la comisión ha admitido la inscripción de 122 de los 195 partidos, movimientos, asociaciones y entidades que lo solicitaron. No explicó la razón de la exclusión de las otras 73 listas, entre ellas el partido Baaz, expresamente proscrito por las nuevas autoridades.

El Parlamento que surja de las elecciones estará compuesto por 275 escaños, elegirá al Gobierno que cuente con la legitimidad de las urnas y redactará una Constitución. La mayoría chií (alrededor del 60% de la población) es la más interesada en la celebración de los comicios. Los árabes suníes (20%), que han controlado los resortes del poder desde la independencia, han anunciado su boicoteo y los kurdos se muestran preocupados por la posibilidad de quedarse en minoría.

Para Washington, su celebración es parte esencial del proceso político. Su intento de que los partidos aliados que forman el actual Gobierno se presentaran en una única lista fracasó la semana pasada. Si no hay cambio, chiíes y kurdos concurrirán por separado, lo que reduce bastante las opciones de la Alianza Nacional de Alaui.

Violencia en Ramadi

Mientras, la violencia prosigue en gran parte del país. Al menos siete personas resultaron muertas en Ramadi, a 100 kilómetros al oeste de Faluya, cuando los marines abrieron fuego contra un autobús cerca del edificio de la gobernación, según informó Jasim al Dulaimi, jefe de la policía. Otras tres perdieron la vida por disparos de los francotiradores estadounidenses apostados en un barrio del extrarradio. Un nuevo sabotaje en el oleoducto de Kirkuk (norte) ha obligado a suspender otra vez las exportaciones petroleras. Y ayer aparecieron tres nuevos cadáveres decapitados de guardas nacionales en Mosul. El sábado, los soldados descubrieron otros nueve cuerpos tiroteados en la nuca.

En Faluya, donde prosigue la lucha tras dos semanas de Operación Fantasma Furioso, las autoridades iraquíes han comenzado a evacuar a los civiles heridos hacia Bagdad, pero sigue sin informar de su número. El mando militar tampoco permite a la Media Luna Roja entrar en la ciudad. Existe un toque de queda de doce de mediodía a ocho de la mañana.

Los marines (más de 10.000) que toman parte en el operativo conducen registros casa por casa, garaje por garaje, en busca de insurgentes y de armas. "Hemos encontrado policías armados con misiles tierra-aire. ¿Qué tipo de policías son ésos?", pregunta el teniente James Collins, que participa en una de estas patrullas. Asegura que reciben fuego de francotiradores y que hay combates esporádicos en barrios que se creían seguros. Los marines optan por no correr riesgos y en cada situación de riesgo solicitan apoyo aéreo para acabar con cualquier atisbo de resistencia. El teniente cuenta su experiencia desde el interior de una escuela vacía. Afuera se escuchan explosiones y disparos y los soldados no se fían ni de los portan banderas blancas. "Ya nos ha sucedido que de repente echan a correr y comienzan a dispararnos". EE UU asegura que ha encontrado en la ciudad una veintena de lugares donde se torturaba, informa France Presse.

También hubo combates en Latifiya, a 30 kilómetros al sur de Bagdad, donde han aparecido 30 cadáveres. Se trata de una zona controlada por la insurgencia. Por otra parte, ayer fue liberado Ghazi Alaui, primo del primer ministro, secuestrado el 10 de noviembre, según informó un portavoz gubernamental.

Un soldado británico registra a un iraquí cerca del campo de Dogwood, al sur de Bagdad.
Un soldado británico registra a un iraquí cerca del campo de Dogwood, al sur de Bagdad.REUTERS

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