Los líderes mundiales preparan en Egipto el futuro de Irak

Representantes de Irak, sus países vecinos, el G-8, la UE, Egipto, China, la ONU, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) se reúnen hoy y mañana en la localidad egipcia de Sharm el Sheij para discutir el futuro de Irak. Estados Unidos ha promovido la celebración de esta conferencia en busca del consenso internacional un año y medio después de su invasión. El anuncio ayer de la fecha de las elecciones (el 30 de enero) da mayor propósito a la cita. Sin embargo, la ausencia de los grupos de oposición iraquíes suscita el escepticismo de los observadores árabes.

"El mensaje que queremos transmitir es sin duda el del compromiso con las elecciones", explicó a esta enviada una fuente diplomática europea poco antes de que la Comisión Electoral iraquí anunciara la fecha. A pesar de las dificultades que plantea la violencia en el triángulo suní, parece existir unanimidad entre todos los participantes en que "unas elecciones imperfectas son preferibles a un nuevo retraso". "Tal vez no sea posible realizar los comicios en algunas ciudades suníes", admitió el interlocutor.

Entre los asistentes se espera al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell; al responsable europeo de política exterior, Javier Solana; los secretarios generales de la ONU, Kofi Annan; de la Liga Árabe, Amer Musa, y de la OCI, Abdulwahid Belkeziz, así como los ministros de Exteriores de Francia, Michel Barnier; Reino Unido, Jack Straw; Alemania, Joschka Fischer, y Japón, Nobutaka Machimura, y de los países vecinos de Irak (Irán, Kuwait, Arabia Saudí, Siria, Turquía y Jordania) más el anfitrión, Egipto.

La diversidad de participantes hace difícil que puedan obtenerse acuerdos concretos. No obstante, anoche ya se había redactado el borrador de la declaración que firmarán todos ellos y se esperaba que hubiera pocos retoques. El texto, al que tuvo acceso EL PAÍS, pide a los líderes iraquíes "que amplíen la participación política y animen a todos los elementos que rechazan la violencia a involucrarse en el proceso político y electoral de forma pacífica". Francia ha fracasado en su intento de convencer a EE UU y Egipto para que invitaran a esos grupos a Sharm el Sheij.

Reunión de la oposición

Sin desconocer la importancia del apoyo internacional, medios árabes insisten en la necesidad de embarcar a todos los iraquíes en el proyecto. Aunque está prevista una reunión de los grupos de oposición, probablemente en diciembre, nadie oculta la dificultad que presenta lograr la participación de los suníes, en especial tras la reciente toma de Faluya. Principales perdedores tras el derribo de Sadam Husein, los árabes suníes de Irak se han sentido marginados del nuevo proyecto y se han mostrado incapaces de organizarse políticamente.

Los numerosos errores de Estados Unidos y el comportamiento de sus soldados han facilitado el apoyo de buena parte de esa comunidad, que constituye cerca del 20% de los iraquíes (y la mayoría del mundo árabe), hacia la resistencia armada. Pero no sólo los suníes están en la oposición. La realidad es que nadie sabe con certeza cuál es el peso de los diferentes grupos políticos y no está claro que los seis elegidos por Washington para gestionar esta fase provisional sean los más representativos, pero están utilizando la experiencia adquirida durante el año pasado para agarrarse al poder.

Otro de los 14 puntos de la declaración de Sharm el Sheij subraya el papel esencial de Naciones Unidas en apoyar, en la medida que las circunstancias lo permitan, "el proceso político iraquí tal como estipuló la resolución 1546 del Consejo de Seguridad", adoptada el pasado 9 de junio. Uno de los apartados de aquel texto establecía que el mandato de las fuerzas multinacionales al mando de EE UU se revisaría "a petición del Gobierno de Irak o transcurridos 12 meses". Ahora, se insiste en la necesidad de que esa misión concluya lo antes posible. No ha prosperado, sin embargo, la propuesta, defendida entre otros por Francia, para que se mencionara una fecha concreta.

El control de las porosas fronteras con Irak para evitar las filtraciones de terroristas constituye el eje central de la reunión de los ministros de Exteriores de los países vecinos más Egipto con la que esta tarde se inicia la conferencia. En paralelo, los embajadores y expertos de todas las delegaciones ultimarán el texto de la declaración final. El resto de los altos responsables se incorporarán a la cena o, como en el caso de Solana, llegarán durante la madrugada del martes para participar en la sesión final.

Pero, como es habitual en este tipo de citas, más allá de las declaraciones públicas, lo importante serán los encuentros bilaterales. Hay una gran expectación por saber si Powell se encontrará a solas con su homólogo iraní, Kamal Jarrazí, que viene acompañado de una delegación de 36 personas, entre ellas varios altos funcionarios sin ninguna relación con el dossier iraquí.

Por su parte, los miembros del Cuarteto (EE UU, ONU, UE y Rusia) aprovecharán para reunirse mañana a la hora del desayuno y tratar de coordinar su trabajo con vistas a las elecciones palestinas. "Esta vez la ocupación israelí las hace más difíciles que en 1996", confía un diplomático europeo.