El Rey, en Colombia con García Márquez

Pasada por agua estuvo la visita de los Reyes a la ciudad colonial de Cartagena de Indias (Colombia). Bajo paraguas ingresaron a la casa de Huéspedes Ilustres en el fuerte de San Juan de Mansanilla, donde iniciaron ayer una agenda apretada. La lluvia alteró el orden del día y recortó actos previstos al aire libre en la sexta visita de don Juan Carlos y doña Sofía a este país.

Los Reyes sintieron así los rigores de un invierno que afecta a Cartagena de Indias y a todo el Caribe colombiano. A la hora del brindis, en el almuerzo privado ofrecido por el presidente Álvaro Uribe, el Monarca tuvo palabras de solidaridad para los damnificados, que pasan de 200.000: "La Reina y yo lamentamos profundamente las dificultades vividas en los últimos días, marcados por los efectos devastadores de las inundaciones, el intenso dolor de los familiares de las víctimas y el quebranto que para tanta gente ha supuesto la pérdida de sus hogares, de sus instrumentos de trabajo y de su sustento".

Anoche no se descartaba que los Reyes visitaran a una de las familias que lo perdieron todo en esta ciudad turística, una localidad donde la mayoría de la población vive en condiciones de pobreza. Se esperaba también el anuncio de una ayuda especial para las víctimas de esta tragedia.

Don Juan Carlos y doña Sofía visitaron la Escuela Taller Cartagena de Indias, creada por la Secretaría de Estado de Cooperación española en 1992. Allí conocieron el trabajo de los jóvenes de bajos recursos que reciben formación en oficios. Por razones de protocolo, los alumnos del taller de orfebrería que vinieron de la colonial población de Mompox no pudieron entregar a doña Sofía una cadena en tejido antiguo que elaboraron para ella. En Mompox se conserva la tradición de hacer hilos finos de oro y plata traída por los españoles a la colonia. La agenda incluyó también la visita al Centro de Formación de la Cooperación Española, inaugurado en febrero pasado.

Los Reyes llegaron el miércoles. El Monarca rompió el protocolo para saludar de manera efusiva al Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, Gabo. "Nos une una amistad de muchos años", le dijo el escritor a Enrique Ibáñez, delegado de la agencia Efe en Colombia. "Me quedé en Cartagena por ellos", confesó también García Márquez a la salida del aeropuerto. Ayer, a petición del Rey, unos minutos dispuestos para la charla privada con Uribe fueron para hablar con García Márquez.