_
_
_
_

Hallados en Kabul 22.000 objetos artísticos que se creían perdidos

Jacinto Antón

Más de 22.000 objetos artísticos pertenecientes a diferentes épocas de la historia de Afganistán y que se creían perdidos han sido hallados ocultos y a salvo en un sótano en el centro de Kabul. El descubrimiento se produjo en el marco de un proyecto de inventario del maltrecho patrimonio afgano y fue anunciado ayer por National Geographic, que apoya dicho proyecto. En el conjunto encontrado figuran estatuas de marfil, relieves de palacios y monedas de oro y plata.

Los objetos muestran cómo Afganistán, una etapa de la Ruta de la Seda, ha constituido una gran encrucijada de culturas. Entre lo hallado hay piezas originarias de China, India, Egipto, Grecia o Roma, así como de los antiguos reinos afganos.

Todo ese material se daba por perdido, víctima de la larga cadena de desgracias que se han abatido sobre el patrimonio del país: el bombardeo del Museo Nacional de Kabul durante la guerra civil a inicios de los años ochenta, el saqueo a manos de los muyahidin locales a finales de la década y la destrucción iconoclasta de los talibanes en los noventa.

"Tras el final de los talibanes pensábamos que no había quedado nada", señaló ayer el arqueólogo norteamericano Fredrik Hiebert, que ha estudiado durante 25 años las culturas asiáticas de la Ruta de la Seda y que en 2003 fue invitado por el Gobierno de Afganistán a verificar e inventariar las colecciones del museo de Kabul, escondidas y presumiblemente perdidas durante más de dos décadas.

Primero se localizó, intacto, el famoso Oro de Bactria, uno de los grandes tesoros de Afganistán formado por millares de objetos de oro. Después han aparecido, en 20 cajas, una colección de 2.000 monedas de oro y plata que representan toda la historia numismática del país, tres estatuas de marfil de divinidades del siglo V que se creían robadas, y una serie de exquisitos relieves y planchas de marfil que adornaban los palacios de los reyes Kushan. Y seguidamente, baúles llenos con centenares de las grandes terracotas budistas del museo nacional. "Cada paquete que abríamos era como un regalo de Navidad", dijo Hiebert.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_