El obispo de Girona no quiere "hacer de recadero" de la Conferencia Episcopal
El obispo de Girona, Carles Soler Perdigó, aseguró ayer que, como "catalán pactista", no está dispuesto a convocar a nadie a manifestaciones contra la política del Gobierno ni tampoco a "hacer de recadero" para repartir entre las parroquias de su diócesis los folletos contra la eutanasia que le ha remitido la Conferencia Episcopal Española. Estas afirmaciones las realizó Soler en una entrevista emitida ayer por Ràdio Girona, de la Cadena Ser.
Preguntado el prelado sobre cómo actuaría si le mandaran obedecer determinadas directrices con las que no comulga, el obispo contestó: "¿Qué tienen que mandarme? Si me pones este ejemplo, la jerarquía de Girona es este pobre obispo, y no hay otra". Soler, tras advertir de que los folletos contra la práctica de la eutanasia son muy respetuosos y expresan "el pensamiento de la Iglesia", insistió en que no estaba dispuesto a repartirlos: "¿Ahora debo ponerme a hacer de recadero y enviarlo a todas las parroquias? Saben que lo tenemos. El que crea oportuno hacerlo lo podrá repartir".
El obispo se mostró crítico con la intención de la jerarquía eclesiástica de movilizar a los católicos contra determinadas políticas del Ejecutivo socialista. "Yo, como mínimo, no quiero convocar a nadie a manifestarse contra el Gobierno. Me parece que no es eso", reiteró Soler.
En la misma entrevista, el prelado aseguró que no se opone a la unión entre homosexuales, siempre y cuando a este acto no se le llame matrimonio, ya que, en su opinión, este término sólo puede designar una unión entre un hombre y una mujer.
Campaña contra el Gobierno
En las diócesis catalanas no se está haciendo la campaña activa contra el Gobierno que reclamaba la Conferencia Episcopal Española, como por ejemplo la recogida de firmas a la salida de misa en favor de la implantación de la asignatura de religión en las escuelas o la distribución de los folletos contra la eutanasia. No obstante, el obispo de Girona es el primer integrante de la jerarquía eclesiástica catalana que se pronuncia abiertamente en este sentido y expresa una opinión que parece compartir la mayor parte del episcopado catalán.
Las cajas con los folletos contra la práctica de la eutanasia no llegaron hasta ayer a la sede del obispado de Girona, puesto que la traducción al catalán se ha demorado más que la versión en español.
