60 millones de europeos sufren problemas musculares de origen laboral
Los dolores de espalda, de nuca o de hombros son los efectos secundarios del trabajo que sufren 60 millones de europeos. Es un problema que va en aumento y que, además de reducir la calidad de vida, genera unas pérdidas económicas entre el 0,5% y el 2% del PIB. La Comisión Europea ha decidido abrir un gran debate con organizaciones de trabajadores y empresarios que aporte medidas para atajar un problema que afecta a la tercera parte de la fuerza laboral de la Unión.
Uno de los sufrimientos más habituales es el dolor de espalda, del que en 1995 se quejaba el 31% de los trabajadores y cinco años más tarde el 34%.
Los trabajadores más afectados son los agricultores (57%), pero donde más se está agravando la situación es entre los intelectuales y científicos (de 18% a 24% entre 1995 y 2000) y entre los técnicos (de 23% a 31%). El uso prolongado del ordenador se señala como una de las causas. Los datos oficiales que maneja la Comisión Europea hablan de 40 millones de trabajadores de la antigua UE de quince países que sufren este tipo de problemas y calculan que, contando los 10 nuevos países la cifra podría ser de unos 60 millones de trabajadores. Hay 182 millones de empleos. El fenómeno tiene un fuerte impacto económico, no sólo por las bajas médicas, sino también por la pérdida de productividad, gastos sanitarios, pérdida de personal experimentado y coste de reclutamiento y de formación de nuevo personal.
Las normas europeas y nacionales que se imponen a las empresas no siempre se aplican. La Comisión hará nuevas propuestas tras la actual consulta pública.
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