Una ventanilla orientada al interior

La Comunidad Valenciana es la autonomía española con más cajas rurales. Una situación que se refleja de forma abrumadora en el Grupo Caja Rural, formado por 74 entidades españolas, entre ellas las 36 valencianas. Pese a ello, sólo tres de las rurales valencianas -Ruralcaja (17 oficinas en Cataluña y 11 agencias), Caja Campo (13 sucursales entre Cuenca y Albacete) y Caja Rural Central de Orihuela (19 oficinas en Murcia)- tienen presencia fuera del territorio autonómico. Y sus planes a corto plazo no pasan por dar un salto en esta expansión sino que apuntan más hacia la consolidación de este crecimiento en mancha de aceite. Crecimiento que tiene una explicación en la ubicación fronteriza de estas entidades, con clientes cuyos negocios no se paran en los límites geográficos. Ejemplo de ello es la Caja Rural Central de Orihuela, cuya sede social está a seis kilómetros de Murcia. Esto explica que 19 de sus 63 oficinas estén en ubicadas en esta autonomía. Y la intención es seguir creciendo en las dos zonas, según su director general, Manuel Ruiz.

La Comunidad Valenciana es la autonomía española con más cajas rurales

De las 74 cajas rurales españolas del Grupo Caja Rural, en cualquier caso,19 tienen al menos una oficina fuera de su autonomía, entre ellas las tres valencianas. En buena parte de los casos, las oficinas foráneas se ubican en las autonomías vecinas, consecuencia del crecimiento más lógico en forma de mancha de aceite. La presencia fuera de su territorio originario, en otras, se limita a la existencia de una oficina en Madrid, como ocurre con la Caja Rural de Jaén o la de Tenerife. Sólo una rural combina ambas situaciones. Caja Rural Intermediterránea (Cajamar), la mayor entidad española de este tipo, es también la que cuenta con más oficinas fuera, en este caso, de Andalucía. Murcia, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, donde en 2003 empezó a implantar sucursales en Valencia y Alicante (16 al cierre del año), forman parte de su particular mapa español.

La presencia de Ruralcaja fuera de la Comunidad Valenciana es anterior a la fusión entre las Cajas de Alicante, Valencia y Credicoop y parte de la dote de estas últimas. Con tres oficinas en Barcelona y 14 en Tarragona, la estrategia exterior de esta rural, la mayor de las valencianas, es "crecer de una forma muy vegetativa", en palabras de Joaquín Añó, su director general. Añó explica que de momento no planean crecer fuera de las cinco provincias en las que están presentes. "Sólo que podamos prestar un servicio a clientes, nos hará reflexionar en abrir alguna oficina, en singular, fuera de estas cinco provincias", argumenta. En conjunto, los planes de la caja para estos años pasan por abrir 40 oficinas "netas". Con la vista puesta en poblaciones grandes, y aunque este año no ha abierto ninguna oficina fuera del territorio valenciano, Ruralcaja quiere "acentuar" su presencia en Tarragona, donde prevé cinco nuevas oficinas en los próximos años. Y fuera de esta provincia, "si hay algún tema en singular", puntualiza.

Similar filosofía comparte Caja Campo, que recuerda que nació "a caballo de dos autonomías" por la condición fronteriza de su comarca de origen (Utiel-Requena) y que abrió su primera oficina en Castilla-La Mancha, en Almansa, en 1980, tras la absorción de la caja rural de esta localidad. A este paso le siguieron aperturas en las poblaciones más cercanas. Zonas colindantes, explica la caja, "con las que compartimos relación social y económica y que afecta también a nuestros clientes". Al igual que Ruralcaja, tampoco Caja Campo ha abierto este año ninguna oficina fuera de la Comunidad Valenciana. Su intención, igualmente, es dar pasos cortos. Bernabé Sánchez-Minguet, su director general, apunta la posibilidad de abrir una o dos oficinas más en Castilla-La Mancha el año próximo. La previsión doméstica duplica esta horquilla.