Fraga asegura que la Xunta hace sus deberes mientras el Ejecutivo incumple el Plan Galicia

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, contrapuso ayer la política de "deberes bien hechos" del Ejecutivo gallego con la de quienes tras la catástrofe del Prestige protestaron en las calles y ahora "incumplen" los compromisos del Plan Galicia, en alusión al Gobierno socialista. Fraga hizo esta reflexión en Muxía (A Coruña), uno de los pueblos más afectados por la mayor catástrofe ecológica ocurrida en España, la víspera del segundo aniversario del accidente del petrolero frente a la Costa da Morte, en la inauguración de las obras de remodelación de la fachada marítima de ese municipio.

Fraga, que se emocionó varias veces durante su discurso, dijo que, aun admitiendo los "errores que se hayan podido cometer", la Xunta puede presentar un balance "serio, con medidas reales y dotaciones presupuestarias que confirman las promesas hechas". Lamentó que, por contra, la oposición haya intentado a raíz de la catástrofe "obtener un rédito partidista olvidando el objetivo esencial, que era resolver los problemas de la gente".

Fraga aseguró que 24 meses después del accidente del petrolero "Galicia presenta su aspecto más brillante y luminoso". "Las playas están limpias y los hombres y mujeres del mar pueden trabajar con absoluta normalidad", apuntó. "Sólo desde la tenacidad y empeño de los gallegos, se comprenden los resultados que están a la vista", dijo el presidente, quien recordó que otros accidentes similares al del Prestige, ocurridos en Francia o Alaska, requirieron de "mucho más tiempo para su superación".

Incluso llegó a señalar que su gestión permitió "darle la vuelta al accidente" para convertirlo en una oportunidad de progreso y bienestar y enarboló como prueba que el Producto Interior Bruto (PIB) creció en Galicia en 2003 un 2,7%, tres décimas más que la media española.