Pecar por exceso

Debú en la realización de un conocido guionista y cortometrajista, el donostiarra Pablo Malo, Frío sol de invierno es un trabajoso filme criminal de tono espeso y aire considerablemente tétrico, que muestra la más bien angustiosa vida de Adrián (un Unax Ugalde que sube aquí otro peldaño en su ya más que prometedora carrera), un antihéroe que, como querría cualquier dramaturgia sensata, tiene un pesado secreto en su pasado, un presente sin horizontes y, también, un futuro sencillamente clausurado.

El problema de Frío sol..., que no es banal, es que acumula en su desarrollo demasiadas situaciones fuertes como para que una única narración las soporte a todas sin resultar sospechosa de exceso. Una prostituta violada, un macabro asesinato infantil, un feto que obstruye un lavabo, una fría venganza, más los disturbios mentales del protagonista se antojan demasiado para la verosimilitud de una película que, por lo demás, apunta buenas formas en su realización y una correcta dirección de actores lo que, por lo menos, sirve para abrir un crédito sobre la continuación de la carrera de su director.