El futuro de Europa es el nuestro
El día 29 de octubre de 2004 tendrá su lugar en la Historia. La firma en Roma del Tratado por el que se acuerda el texto de la Constitución Europea por parte de los jefes de Estado y de Gobierno de los veinticinco países miembros de la Unión Europea va a determinar mucho de nuestro futuro. El próximo día 20 de febrero los valencianos y las valencianas tendremos la palabra cuando expresemos en las urnas nuestra opinión sobre el nuevo Tratado Constitucional. El presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, ha afirmado la voluntad de que España se sitúe a la vanguardia de la construcción europea. Sin duda, el hecho de que celebremos aquí, en primer lugar, un referéndum es un gesto que evidencia con claridad este compromiso.
El proyecto europeo ha permitido el periodo más largo de paz, estabilidad y progreso en nuestro continente y ha contribuido de forma determinante a la solidez democrática y al desarrollo económico y social de nuestro país. Pero, para los valencianos y las valencianas, tiene además un especial significado. Europa ha sido siempre para nosotros una aspiración y una vocación, ha sido siempre un espacio deseado e imprescindible al que nuestra cultura, nuestros valores y nuestra economía están profunda y crecientemente unidos desde hace siglos. Es evidente por tanto, que el compromiso del nuevo Gobierno español con el proyecto europeo es particularmente positivo para la Comunidad Valenciana, porque da solidez a una Unión con la que somos profundamente interdependientes.
Los valencianos y las valencianas, tendremos una oportunidad de reafirmar nuestro vínculo con Europa contribuyendo de forma destacada a dar firmeza a este importante paso adelante de la Unión. La Constitución permitirá una Unión que será más sólida, más democrática y más eficaz. El nuevo texto hará posible una mayor transparencia en los procesos de toma de decisiones y ofrece una estructura más coherente y comprensible para los ciudadanos. También reconoce formalmente el papel de la sociedad civil y del diálogo social. De esta forma da respuesta a una aspiración expresada desde el Parlamento y por las principales familias políticas, pero también por organizaciones de mujeres, de jóvenes y por muchas ONG.
El texto constitucional contempla como valores esenciales la paz, la libertad, la democracia, la igualdad, la justicia, la solidaridad y los derechos humanos. Junto a estos se incorporan también objetivos como la igualdad entre la mujer y el hombre o el desarrollo sostenible y protección del medio ambiente. La Constitución también incorpora con carácter jurídicamente vinculante la Carta de Derechos Fundamentales dando así pleno sentido al concepto de ciudadanía europea.Cabe resaltar el apoyo al texto constitucional de la Confederación Europea de Sindicatos (que actualmente preside Cándido Méndez y en la que están integradas UGT y CC OO) y de la patronal europea UNICE (de la que forma parte la CEOE).
Los sindicatos han resaltado la inclusión de valores como la solidaridad, la justicia social, el pleno empleo o la economía social de mercado, y el hecho de que la Unión deberá combatir la marginación social y la discriminación y fomentar la cohesión económica, social y territorial. Por su parte, la patronal europea UNICE cree que el Tratado Constitucional sentará las bases para impulsar la competitividad, la adaptación a los cambios estructurales y el empleo. Destaca también que permitirá el éxito de la ampliación sin distorsiones en el mercado interior y favorecerá el impulso a la potencia económica europea en el ámbito internacional.
Desde el punto de vista de las regiones europeas también hay avances concretos. Por un lado, se recoge el principio de subsidiariedad y, por otro, el Comité de las Regiones avanza en importancia institucional al reconocerse su capacidad para acudir directamente al Tribunal Europeo de Justicia.
La nueva Constitución es un punto de encuentro entre diferentes perspectivas políticas, culturales y geográficas. Probablemente no satisfará totalmente a nadie en particular, sin embargo, se mire por donde se mire es un avance respecto de la situación actual.
La nueva etapa ha de observarse con una cierta altura de miras. Es decepcionante observar cómo Rajoy o Camps solo perciben este importante reto para los europeos y por tanto para los valencianos, como una oportunidad para desgastar al nuevo Gobierno. Parecen todavía encadenados a la estrechez de miras de Aznar, es decir, reticentes con Europa y decididos a no mover un dedo para difundir e impulsar la Constitución de los europeos.
Con la nueva Constitución gana la Europa política y de los ciudadanos, gana el modelo social europeo y gana la voluntad de competir sobre la base de la educación, la investigación y la innovación. En definitiva, gana la Europa que aspira a tener un papel activo y relevante en el mundo y que además quiere hacerlo promoviendo los valores con que los valencianos y las valencianas nos identificamos mayoritariamente como pueblo y que nos han hecho avanzar a lo largo de nuestra historia.
Joan Ignasi Pla es secretario general del PSPV-PSOE.
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