El comité de Caballito critica que Ibarretxe no les reciba tras un año de huelga
La Ertzaintza carga contra los empleados que intentaron poner una pancarta en Ajuria Enea
El comité de empresa de la multinacional alemana de herramientas de corte Pferd Ruggeberg, más conocida como Caballito, criticó ayer con dureza al lehendakari, Juan José Ibarretxe, por negarse a recibir en Ajuria Enea a una delegación de los huelguistas de la planta de Vitoria. Después de un año de huelga y sin visos de solucionarse el conflicto, el presidente del comité, Joseba Leza, de ELA, se quejó: "Los 114 trabajadores nos merecemos un poco de respeto. Ya sé que no somos La Naval, pero llevamos un año de huelga". Destacó que habían solicitado la cita hace 15 días para pedir a Ibarretxe que medie en el conflicto.
Leza hizo esas declaraciones después de que el comité fracasara en su intento de entrevistarse con el lehendakari, y tras dos enfrentamientos cortos, pero duros con los agentes de la Ertzaintza que custodiaban Ajuria Enea.
Al principio, los ertzainas cargaron contra quienes intentaron colgar una pancarta en la valla del palacio con el lema "En defensa de un empleo digno". Finalmente, la secretaria del lehendakari se acercó hasta la verja principal para recoger el comunicado de manos de una delegación sindical. En el texto, los huelguistas emplazan al presidente vasco a que medie en el conflicto. Además, le proponen que conozca el problema de primera mano y le invitan a pasarse por el campamento que han montado en la puerta de la fábrica.
Sin novedades
El conflicto se encuentra en un punto muerto. La empresa ha contratado a la auditora Ernst & Young para que realice un informe sobre la nueva organización del trabajo en la planta vitoriana, y el comité de empresa teme que va a generar un excedente de trabajadores. Precisamente por eso los trabajadores querían la mediación de Ibarretxe.
Fracasado el intento de resolver la situación en que se embarcó el consejero de Empleo, Joseba Azkarraga, y los tibios esfuerzos por impulsar el diálogo de la Diputación y del Ayuntamiento de Vitoria, los trabajadores se encuentran en una encrucijada.
En la manifestación conmemorativa del año de huelga participaron ayer un millar de personas, entre empleados de la multinacional alemana y delegados sindicales de ELA, LAB, ESK, USO y UTL. Caminaron por las calles de la capital alavesa durante casi una hora antes de llegar a la residencia de Ibarretxe, y allí le dedicaron numerosos gritos: "Ibarretxe, mójate"; "Negociación, no represión"; "Somos obreros, no delincuentes" o "Instituciones, implicación".
Fue entonces cuando un grupo de empleados intentó colocar una pancarta en la valla y la Ertzaintza cargó. Los gritos arreciaron y las porras de los policías volaron por encima de las cabezas de los trabajadores. Al segundo intento de colocarla, los agentes volvieron a cargar. Sólo después de una corta negociación con los responsables policiales se encaramaron al muro y la pusieron finalmente.
Los trabajadores repitiero su exigencia de que sean readmitidos los ocho empleados despedidos desde que comenzó el paro.
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