Cebrián resalta el esfuerzo colectivo y el papel de los lectores como clave del éxito de EL PAÍS
Seoane y Sueiro reconstruyen en un libro la historia del diario y del grupo PRISA
Juan Luis Cebrián, primer director de EL PAÍS y actual consejero delegado del Grupo PRISA, recordó ayer desde la melancolía y no desde la nostalgia "aquellos maravillosos años, que luego no fueron tan maravillosos" en los que tuvo "el privilegio y la suerte" de contribuir al lanzamiento del diario EL PAÍS, desde la dirección. Cebrián, que puso de relieve que "aquella aventura y esfuerzo colectivo" no hubiese sido nunca posible sin Jesús de Polanco, atribuyó el éxito a la independencia de la Redacción y el apoyo de los lectores.
En un acto que congregó ayer en el Centro Cultural del Círculo de Lectores de Madrid a escritores, lectores y profesionales de los medios, las historiadores María Cruz Seoane y Susana Sueiro, madre e hija, presentaron el libro Una historia de EL PAIS y del Grupo Prisa (Plaza y Janés) en el que analizan desde el rigor más academicista la trayectoria de un periódico que nació como "una aventura romántica" y que con los años se ha convertido en el periódico español de referencia y con mayor proyección internacional.
Cebrián recordó la "osadía" de Jesús de Polanco y José Ortega cuando entregaron a un equipo de menos de 30 años, y la mitad de ellos sin haber trabajado nunca en otra empresa, la creación de un proyecto como éste. "Tuvimos mucha suerte, pero pusimos también mucho empeño. Íbamos de sobresalto en sobresalto", recordó Cebrián, que con 31 años asumió la redacción del periódico. El actual consejero delegado de PRISA resaltó la pasión y el desprendimiento colectivo -"todos éramos todos"- de unos profesionales "que creíamos en un papel cívico que cumplir".
Y entre todos los que ayer se dieron cita para rememorar el lanzamiento de EL PAÍS estaban en primera fila el presidente de PRISA, Jesús de Polanco, los otros dos directores que ha tenido el diario en sus 28 años de vida, Joaquín Estefanía y Jesús Ceberio, y muchos amigos, colaboradores famosos y lectores anónimos.
Tras recordar los difíciles momentos por los que atravesó el periódico -la bomba que mató a uno de los trabajadores, el golpe de Estado...-, Juan Luis Cebrián puso de relieve que un medio de comunicación aunque pertenezca a una empresa multinacional cotizando en Bolsa puede ser independiente sin que ello afecte "ni a la calidad profesional ni al espíritu cívico que toda empresa de comunicación tiene".
Durante la presentación, el consejero delegado de Randon House Mondadori, el italiano Riccardo Cavallero, evocó que su primer contacto con España fue a través de EL PAÍS, con el primer número de este periódico cuando sólo contaba 14 años. Las autoras hicieron un recorrido sobre su investigación histórica que arranca cinco años antes del nacimiento del periódico, los mismos que han invertido ahora en buscar documentación y bucear en las hemerotecas. "Por la historia de EL PAÍS desfila la historia de los últimos 28 años de acelerada mudanza histórica", aseguró María Cruz Seoane.
La nostalgia tampoco atrapó a los asistentes a la presentación del libro, aunque no pudieron evitar recuerdos emotivos. El escritor Juan José Millás aseguró: "No puedo imaginar mi vida sin EL PAÍS, ni como lector ni como escritor; me lo ha contaminado todo". A su lado, el historiador Ian Gibson apuntaba: "Yo también soy de EL PAÍS. Sin EL PAÍS no soy nada. No quiero salir de España porque no es lo mismo leer EL PAÍS en Internet". Desde su calidad de lectora, Ana Martín Gaite recordaba cómo en la época en la que trabajaba en la oficina de la ONU en Ginebra el nacimiento de EL PAÍS se vivió como la entrada de "aire fresco". "Fue la apertura y el cambio. Ya teníamos un periódico español comparable a Le Monde". La ex diputada del PSOE y actual consejera de RTVE, Ana Balletbó, se refirió al lanzamiento de EL PAÍS como una iniciativa "vinculada a un proyecto generacional, de cambio, de transformación y de libertad compartido por la gran mayoría de los españoles".
César Antonio Molina, director del Instituto Cervantes, no sólo tuvo palabras para el pasado sino también para el futuro. "EL PAÍS es toda la fuente de la memoria de nuestra historia hecha día a día, pero no concibo los años pasados ni futuros sin este periódico". Con humor, Rafael Martínez Alés recordó desde su puesto de director gerente de la revista Cuadernos para el diálogo, en mayo de 1976, cómo EL PAÍS fue uno de los causantes de que aquella publicación desapareciera. "Nos estuvo bien empleado. Que te expulse del mercado alguien que lo hace mejor que nosotros sólo me produce admiración". El periodista Jesús de la Serna, que llegó acompañado del socio número dos de la Asociación de la Prensa de Madrid, Vicente Cebrián, de 90 años, dijo que para él, EL PAÍS ha sido "la culminación del oficio, la posibilidad de llegar a ejercerlo con libertad".
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