¿De quién es este Franco?

Una estatua ecuestre de Francisco Franco, la última que queda del caudillo en la capital, se ha convertido en la pelota que se echan de tejado a tejado el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Fomento. Ninguna de estas dos administraciones quiere asumir su titularidad, porque supondría tener que decidir su retirada, como lleva pidiendo desde hace años Izquierda Unida.

La cuestión ha vuelto a salir a la palestra porque, aprovechando que el Congreso ha aprobado una iniciativa para retirar los símbolos franquistas de edificios públicos y municipios, la concejal de IU Concepción Denche solicitó el pasado miércoles al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (del Partido Popular), que aproveche la coyuntura para retirar también esta estatua.

El monumento sirve de punto de encuentro para las concentraciones anuales de franquistas

La figura ecuestre, a la que IU tacha de "monumento al fascismo y a la intransigencia que se cobró tantas víctimas en defensa de la democracia", está situada desde 1959 en la plaza de San Juan de la Cruz (barrio de Nuevos Ministerios), en la acera del Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de una obra del escultor José Capuz, realizada en 1956, y que tiene siete metros y medio de altura. Su autor se inspiró en otra figura ecuestre erigida en la ciudad italiana de Padua por Donatello en el siglo XVI y dedicada al condottiero Erasmo de Narmi, conocido como Gattamelata.

La estatua traía polémica de antiguo, porque la izquierda socialista y comunista de la capital había pedido muchas veces que se retirara, ya que servía de emblema para las concentraciones anuales de simpatizantes franquistas y organizaciones de extrema derecha en torno al 20 de noviembre, aniversario de la muerte del dictador.

El alcalde de Madrid afirmó ayer durante una rueda de prensa que no puede proceder a la retirada de la estatua porque "no es propiedad de la ciudad de Madrid".

Por eso, Gallardón instó a Izquierda Unida a dirigirse "a la Administración General" e indicó que aunque existen todavía referentes al dictador en las calles de la capital, no recuerda ninguno dentro del espacio o de edificios municipales. Y añadió: "Ya ha habido aquí algún debate como consecuencia de una resolución judicial, y ahí se constató que la estatua no es de propiedad municipal".

Tras la comparecencia de Gallardón, el grupo municipal de IU facilitó a los medios un acta del Congreso en la que se constata que, el 2 de julio de 1999, a una pregunta parlamentaria sobre las previsiones de retirada de los monumentos franquistas junto al Ministerio de Fomento, planteada por la entonces diputada y hoy concejal de IU Inés Sabanés, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes contestó: "No son competencia de Fomento, sino de la Administración Local, al estar situadas en suelo público".

Ante esta respuesta, y puesto que la estatua ecuestre aparece en el Catálogo de Elementos Singulares de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de la capital, el grupo municipal de IU decidió llevar la cuestión en julio de 2002 a la Comisión de Estética del Ayuntamiento. "No sólo aparece en ese catálogo, sino que en él se advierte que está permitido el traslado del caballo", explicó Sabanés. "Nadie alegó entonces que eso no era un elemento de la ciudad para impedir que se tratara en la comisión".

Además, la concejal de IU recuerda que en esa comisión los técnicos afirmaron que aquélla no era una cuestión "de estética, sino de política". El asunto quedó estancado, recuerda Inés Sabanés, porque el entonces alcalde de Madrid, el también popular José María Álvarez del Manzano, se negó a retirarla, con una clara justificación: "La historia es la historia".

El grupo municipal de IU contestó ayer con una nota al alcalde en la que afirma que, "antes de pronunciarse sobre asuntos que ignora", debería poner el mismo rigor que IU cuando elabora sus propuestas. "Es evidente que cuando se pide al Ayuntamiento la retirada es que IU sabe perfectamente a quién dirige su petición. Ahora que el señor Gallardón ya lo sabe, sólo cabe esperar que se pronuncie", agrega. Y, además, le sugieren que se guarde en un almacén municipal, como muchas obras que no han encontrado hueco en las calles de Madrid.

Después de que el alcalde denegara su responsabilidad en la decisión de retirar el monumento, un portavoz del Ministerio de Fomento reiteró que su titularidad no corresponde a este organismo y señaló que, en todo caso, de no ser un bien de propiedad municipal sería a la Dirección de Patrimonio Nacional, que forma parte del Ministerio de Economía y Hacienda, a la que correspondería delimitar su titularidad.

La portavoz de dicha dirección general explicó que ayer era imposible dar una explicación por esa titularidad, "porque las dos únicas personas" que podían contestar estaban ilocalizables. La estatua de Franco tendrá que esperar a saber quién es su dueño.