Zapatero felicita a Bush y expresa su deseo de que recupere un buen diálogo con Europa

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, felicitó anoche a George W. Bush por su triunfo en las elecciones presidenciales y se mostró confiado en que este resultado favorezca una recomposición política que lleve al acercamiento entre Estados Unidos y la Unión Europea y, más en concreto, al refuerzo de las relaciones entre la primera potencia y España, sobre la base del respeto a las respectivas posiciones y diferencias. Zapatero no precisó, sin embargo, si visitará el próximo año al renovado inquilino de la Casa Blanca. "Las cosas, en su momento", fue su respuesta a esa pregunta.

"El respeto forma parte de los Gobiernos democráticos", dijo Zapatero

En contra de lo anunciado en un principio, y probablemente a la vista de la contundencia de los datos sobre el recuento de votos, el presidente del Gobierno decidió, finalmente, reaccionar a la reelección de Bush antes de que fuera oficial, aunque aseguró que no le enviaría su felicitación formal hasta que los resultados fueran proclamados. En la Oficina del Portavoz no constaba anoche que Zapatero hubiera llegado a hablar con Bush; pero el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, confirmó que había tenido un contacto con el secretario de Estado, Colin Powell.

"Quiero destacar la amplia participación registrada, lo que es siempre una buena noticia para el demócrata", manifestó, antes de expresar la voluntad de su Gobierno de que, con la nueva etapa marcada se instaure una cooperación bilateral más "eficaz y constructiva", basada en el respeto "a las ideas y principios de cada uno y a lo que representa cada país".

Más allá de esta frase, Zapatero no señaló en ningún momento que las relaciones actuales sean deficientes -"los compromisos se han venido cumpliendo adecuadamente", dijo- ni mencionó alguno de los incidentes que las han jalonado desde que llegó al poder y decidió que las tropas españolas se retiraran de Irak de forma inmediata. Pero sí recordó que "cada Gobierno tiene distintas posiciones en algunos temas, y algunos de ellos han sido de gran calado en la escena internacional". "El respeto forma parte de las naciones y de los gobiernos con profunda tradición democrática, como lo son el de EE UU y el de España".

Tampoco glosó las ventajas o virtudes que se puedan derivar del triunfo de Bush. En una alusión velada a los comentarios de colaboradores de Bush que afirmaron que los resultados del 14-M en España fueron una victoria de los terroristas, Zapatero dijo: "Hemos mantenido el respeto institucional al proceso electoral que yo quiero para mi país", e insistió en "el apoyo popular" que logró ayer el presidente que invadió Irak.

Por lo demás, en una línea similar a la desarrollada por los líderes de su mejores aliados europeos, Francia y Alemania, Zapatero se limitó a reiterar su buena disposición y confianza para que las relaciones con Washington avancen por la mejor vía, tanto desde Madrid como desde Bruselas. "Eso es lo que debe de suceder", concluyó.

El presidente hizo estas declaraciones en una sala del Congreso de los diputados, tras comprobar las posibilidades de polémica que el resultado de los comicios introduce en la política española.

"Ustedes celebren el resultado de las elecciones norteamericanas y nosotros, el resultado el resultado de las elecciones en España", le propuso, como pacto sardónico, a Mariano Rajoy, para zanjar la serie de críticas que el líder de la oposición vertió ante el pleno de la Cámara, en torno a las "cosas sin sentido" que el Gobierno hizo en relación con Washington durante las próximas semanas.

"Haga declaraciones razonables, y no le dé patadas en la espinilla a un país que es la primera potencia más grande del mundo, porque eso es tremendamente negativo para los intereses de los ciudadanos españoles", había dicho Rajoy, al presentar una pregunta que hablaba de otros temas.

No es el PP el único partido que propaga el temor a un castigo de Bush hacia España, con este argumento y otros reiterados ayer por el portavoz popular de Exteriores, Gustavo de Arístegui, como el de que el gesto de Zapatero de no levantarse el año pasado, en la fiesta nacional, cuando desfiló la bandera de las barras y estrellas, "va a tener consecuencias".

También Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, además de asegurar que el perdedor de los comicios es "el pueblo americano", vaticinó que las cosas "no van a ir bien" para España, porque Bush "nos va a intentar hacer pagar nuestra autonomía". Tanto desde CiU como desde el PNV surgieron voces pidiendo al Gobierno que se esfuerce en enderezar las relaciones con Washington.

Moratinos aseguró por la mañana en el Senado que "el Gobierno va a reforzar las relaciones con un aliado y amigo" y que "se empleará a fondo" para desarrollar "una nueva agenda política y militar, trasatlántica y de cooperación" entre EE UU, España y la UE. "España seguirá siendo un socio firme en la lucha contra el terrorismo", dijo.

Su colega de Defensa, José Bono, se empeñó, entretanto, en demostrar que si bien las relaciones militares con Washington son desequilibradas, como denunció recientemente el jefe del Estado Mayor de la Defensa, no lo fueron menos durante la etapa de José María Aznar. También el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se comprometió ayer a trabajar para mejorar las relaciones trasatlánticas. El Congreso tiene previsto crear un grupo de amistad con EE UU, integrado por representantes de todos los partidos, en cuanto se constituyan las nuevas cámaras en Washington.