España sale del 'club católico'
España se incorporó ayer al grupo de países que permiten el uso de embriones humanos para obtener células madre. Entre ellos figuran Estados Unidos, Suecia, Israel, Singapur, Reino Unido, Corea del Sur, Francia, Finlandia, Grecia, Bélgica, Holanda, China y Australia. Alemania autoriza este tipo de investigación sólo con células madre embrionarias importadas.
Hace poco más de un año, España formaba parte de lo que se denominó en la UE el llamado club católico, con Italia, Portugal, Irlanda y Austria, que han legislado en contra.
Estados Unidos es un caso especial. La regulación llegó después de que ya se hubieran utilizado embriones para crear líneas celulares, por lo que el Gobierno de Bush decidió en 2001 que se podían usar, pero negó el uso de fondos públicos para crear otras nuevas.
La razón de las restricciones de muchos países es, sobre todo, que para conseguir las células madre embrionarias hay que destruir el blastocisto, una fase del desarrollo que se forma entre los 7 y 14 días. Quienes se oponen equiparan esta práctica al aborto. Los partidarios afirman que en ese estado no existe un ser humano.
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