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Amnistía denuncia que EE UU viola de forma sistemática derechos de los presos de guerra

La organización internacional exige a los candidatos un compromiso para acabar con la tortura

Abu Ghraib no fue sólo una "manzana podrida": Amnistía Internacional sostiene, en una exhaustiva investigación presentada ayer, que Estados Unidos ha violado "sistemáticamente" los derechos de los detenidos de la "guerra contra el terrorismo" emprendida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. La organización de derechos humanos reclama que una comisión independiente investigue todas las denuncias y ha pedido a los dos principales candidatos en liza, el republicano George W. Bush y el demócrata John Kerry, un compromiso para erradicar la tortura de los interrogatorios.

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El informe (Negación de la dignidad humana. Tortura y malos tratos en el contexto de la guerra contra el terror) fue presentado ayer en todo el mundo, pero el autor del trabajo, Rob Freer, estuvo en el acto de Madrid. "Ha habido una vulneración sistemática de la dignidad humana; se ha privado a miles de personas de sus derechos y se les ha infligido un trato cruel, contrario a la legislación internacional", explicó en conversación con este periódico.

"Estados Unidos se ha comportado con mentalidad de guerra sin respetar las reglas de la guerra", añadió Esteban Beltrán, director de Amnistía en España. La organización estima que más de 50.000 personas han pasado desde 2001 por 42 centros de detención creados en Irak y Afganistán, y sostiene, citando cálculos de Cruz Roja, que más del 70% de los detenidos en Irak lo fueron "por error".

El extenso trabajo, de 200 páginas, se hace eco de las conclusiones de las investigaciones oficiales en EE UU tras el escándalo de las torturas en Abu Ghraib, fotografiadas por los propios soldados estadounidenses. Pero Amnistía considera que el mea culpa se queda "muy corto" y, tras recopilar el testimonio de decenas de detenidos, de sus familiares y de voluntarios de organizaciones que trabajan sobre el terreno, concluye que la violación de los derechos de los detenidos ha sido "sistemática" en Afganistán, Irak y Guantánamo.

Los ejemplos no se escatiman. Algunos, con nombres y apellidos; otros, identificados sólo por su nacionalidad, como el caso de un detenido sirio en Irak que la Cruz Roja no fue autorizada a visitar en enero de 2004. El preso llevaba semanas retenido en "una celda diminuta y oscura, sin ventanas ni retrete y sin ropa de cama". El uso de "extensos confinamientos en aislamiento y en oscuridad en celdas extremadamente pequeñas" era paradójicamente una de las técnicas utilizadas por el régimen de Sadam Husein más denunciadas por Estados Unidos.

Presión sexual

Syed Nabi Siddiqi, según se destaca en el informe, fue arrestado junto a otros siete soldados afganos en marzo de 2003. Uno de sus compañeros falleció durante la detención, en la que, según su testimonio, fueron tratados "como animales". "Me preguntaron con qué animales -imitaban el sonido de cabras, ovejas, perros y vacas- había tenido relaciones sexuales. Se rieron de mí. (...) Me preguntaron de nuevo con qué animal querría tener relaciones; me golpearon el trasero con un palo y me dieron patadas. Aún sufro dolores", relata.

Mehdi Ghezali, de nacionalidad sueca y liberado de Guantánamo, explica cómo eran los interrogatorios que sufrió: "Había una anilla insertada en el suelo; te encadenaban las manos y los pies a esa anilla, tenías que sentarte atado y con los brazos por debajo de las piernas, y te hacían permanecer en esa posición durante horas". Según su testimonio, el aire acondicionado se manipulaba para que la temperatura fuera muy alta o muy baja, y se escuchaba música heavy a un volumen muy fuerte.

Los interrogatorios descritos por varios presos abundan en las burlas a símbolos religiosos, el uso de perros, las referencias sexuales y el desnudo forzado de los detenidos. El informe también documenta casos de "desapariciones" -se sabe que fueron encarcelados y hoy se desconoce "si están vivos o muertos" y dónde se encuentran-, así como de detenidos que secretamente han sido trasladados a otros países.

Amnistía Internacional remitirá el documento a los dos principales candidatos a la presidencia con el objetivo de que se comprometan a poner fin al "secretismo" y a las torturas e impulsen una comisión para investigar las denuncias. Un portavoz oficial del Departamento de Justicia de EE UU recordó el martes que a los combatientes extranjeros detenidos en Irak no se les aplicarán las garantías previstas en la Convención de Ginebra.

Vehículos del  batallón Black Watch abandonando ayer su cuartel de Basora en dirección al sur de Bagdad.
Vehículos del batallón Black Watch abandonando ayer su cuartel de Basora en dirección al sur de Bagdad.AP

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