La carta de Vera
Lo primero que debería haber dicho Rafael Vera en su carta es "pido perdón". Lo segundo, olvidarse de mezclar "lo suyo" con "lo de Galindo", en esa búsqueda desesperada de "simpatía" entre los cavernícolas que apoyan al jefe de Fort Apache. Y, por último, contar lo que sabe, tanto de aquellos años de plomo como del dispendio económico de los fondos reservados. Solo así, quizá, consigamos perdonar lo que hizo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.