El Gobierno abre la 'cumbre' autonómica
Zapatero busca que la conferencia de presidentes comunitarios sea "la encarnación de la España plural"
El sistema democrático español inaugurará el próximo jueves el órgano de cooperación entre las comunidades autónomas y el Estado al máximo nivel, la Conferencia de Presidentes, que tendrá una periodicidad anual. El Senado será el escenario del primer encuentro entre un jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes de todas las comunidades autónomas, que culminará con un almuerzo en el Palacio Real, presidido por el Rey.
Zapatero pretende que de esta primera cumbre salga una declaración política con el compromiso de apoyo al referéndum sobre la Constitución europea, la participación de las comunidades autónomas en las instituciones europeas -incluidos los Consejos de Ministros de la Unión- y el emplazamiento a solucionar el reto de la financiación sanitaria de las comunidades autónomas.
El Ejecutivo pretende superar el vacío de la cooperación autonómica
El Gobierno se inspira en el modelo de los países federales y de las cumbres de la UE
Rodríguez Zapatero introdujo el compromiso de la creación de la Conferencia de Presidentes en el programa electoral del PSOE, pues "mientras ha habido una consolidación clara de las comunidades autónomas como sujetos políticos y han aumentado su capacidad de gobierno y de gasto, no han aumentado las relaciones de cooperación entre ellas ni con el Estado".
Para paliar este déficit, inexistente en los países federales, recuerda el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, los socialistas se comprometieron en su programa electoral a crear en esta legislatura "espacios de encuentro y cooperación, superadores de la confrontación" con las comunidades autónomas, que se concretarán en dos organismos: la reconversión del Senado en Cámara territorial y la Conferencia de Presidentes.
El Gobierno ha decidido empezar el reforzamiento de la cooperación por dicha conferencia y ha dejado para la segunda parte de la legislatura la reforma del Senado para convertirlo en Cámara territorial, al ser un proceso más complejo que requiere reformar la Constitución.
Jordi Sevilla señala que la Conferencia de Presidentes "no es una ocurrencia" del Gobierno de Zapatero sino que es un organismo existente en los países de estructura compuesta, como es el Estado de las autonomías de España. Existe, con formas variadas de organización y funcionamiento, en Alemania, Austria, Suiza, Italia y Canadá. En estos modelos se ha inspirado el Gobierno para presentar el de la Conferencia de Presidentes.
El ministro resalta como singularidad del modelo español, respecto al de otros países, la "ausencia de organismos de encuentro" entre las comunidades autónomas. La necesidad de cubrir este vacío fue destacada por todos los presidentes autonómicos en la ronda que mantuvieron con el presidente del Gobierno y el ministro de Administraciones Públicas entre la primavera y el verano. El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, recordó que había planteado la conveniencia de una Conferencia de Presidentes hacía ya 10 años, señala Sevilla. Son también varios los presidentes autonómicos que han señalado que para verse en un órgano de encuentro con otros presidentes autonómicos españoles tenían que ir al Comité de las regiones de la Unión Europea.
La importancia de la cita del jueves es simbólica y a la vez operativa, señala el ministro. Por vez primera en la historia democrática de España se escenificará en una foto al jefe del Estado, al presidente del Gobierno y a todos los jefes de Ejecutivos autonómicos. Se producirá en el almuerzo de celebración, al que ha invitado el jefe del Estado a todos los presidentes en el Palacio Real, tras la celebración de la Conferencia. "La foto es importante. Los españoles, que en su inmensa mayoría creen positivo el estado de las autonomías, quieren ver en una misma foto al Rey, al presidente del Gobierno y a los presidentes autonómicos. Es la visualización de que las comunidades autónomas son Estado. Es la encarnación de la España democrática y plural", dice el ministro Sevilla.
En el terreno operativo, la primera cumbre de este tipo abordará, a propuesta del presidente del Gobierno, cuestiones cruciales para las autonomías en este momento político: la financiación sanitaria, las relaciones de las comunidades autónomas con la Unión Europea, el referéndum sobre la Constitución europea y la celebración del debate sobre el estado de las autonomías.
Estas cuestiones se recogerán en la declaración final de la Conferencia, pero llegarán a ella "muy cocinadas", explica Sevilla. Para ello, el ministro ha convocado una reunión preparatoria con todos los consejeros autonómicos para el martes en el Ministerio de Administraciones Públicas. En esa reunión y, a través de los contactos bilaterales con representantes de las comunidades autónomas que en los próximos días establecerá el ministro, se concretará el definitivo orden del día, así como la declaración final de la Conferencia.
El Gobierno no quiere que la declaración final se pronuncie sobre la reforma constitucional, porque ya tiene un cauce de debate previsto, a partir del dictamen que dentro de un año presentará el Consejo de Estado. No obstante, la cuestión, que ha planteado el PP, podría abordarse en la reunión preparatoria o como elemento de debate en la misma Conferencia.
El modelo de funcionamiento de la Conferencia, que se abordará en la reunión preparatoria del martes, está inspirado en el de las cumbres europeas. El presidente del Gobierno abrirá la sesión y habrá una ronda de intervenciones de todos los presidentes autonómicos sobre los temas acordados, en la que el ministro de Administraciones Públicas actuará como secretario. Finalmente habrá una declaración política.
La sesión, que en esta primera Conferencia será de poco más de dos horas de duración, se celebrará a puerta cerrada. Su escasa duración está justificada porque los temas llegarán a la Conferencia muy "trabajados", según Jordi Sevilla. Los acuerdos, que recogerá la declaración final, tendrán carácter de recomendación política y se adoptarán por consenso, sin votación. Precisamente, la ausencia de vinculación jurídica de sus resoluciones es una de las diferencias sustanciales de la Conferencia de Presidentes respecto al Senado reformado.
La Conferencia será flexible, no estará reglamentada y no tendrá un secretariado permanente, según la pretensión del Gobierno. Tendrá una periodicidad anual, aunque podría haber alguna otra de presidentes autonómicos en solitario. Los temas de la Conferencia serán la política territorial, el estado de las autonomías, así como la participación autonómica en los asuntos europeos y la puesta en marcha de políticas conjuntas, intercambio de experiencias y contraste de opiniones.
Para la organización de este primer encuentro, además de la ronda mantenida por el presidente del Gobierno con todos los presidentes autonómicos entre la primavera y el verano, Sevilla ha mantenido contacto con todos los consejeros autonómicos y el propio Zapatero ha conversado con el presidente del PP, Mariano Rajoy. También ha habido contactos de La Moncloa con el Gobierno vasco en los últimos días.
A través de esta red de contactos, el Gobierno cree que está garantizada la asistencia de todos los presidentes autonómicos a la Conferencia de Presidentes, incluido el lehendakari, Juan José Ibarretxe. Los presidentes autonómicos vascos han sido siempre reticentes a participar en los foros multilaterales. Ninguno de ellos acudió a los dos debates sobre el estado de las autonomías convocados en el Senado por los presidentes Felipe González y José María Aznar en 1994 y 1997, respectivamente. Pero en La Moncloa se da por segura la asistencia de Ibarretxe en esta nueva convocatoria.
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