Arzak y Subijana, en libertad tras declarar sobre presuntos pagos a ETA

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu dejó ayer en libertad sin ningún tipo de medidas cautelares a los cocineros Juan María Arzak y Pedro Subijana, después de tomarles declaración en calidad de imputados. El presunto etarra José Luis Beotegi había declarado que les había hecho llegar sendas cartas en nombre de ETA en la que les exigía 12 millones de pesetas a cada uno y que pagaron tras negociar una rebaja. El juez citará como testigos a los otros dos cocineros mencionados por Beotegi, Karlos Argiñano y Martín Berasategi, antes de decidir sobre si archiva el caso.

Arzak y Subijana completaron su declaración en apenas un cuarto de hora cada uno, aunque su contenido no trascendió.

Subijana hizo una breve declaración en la que no aclaró si habían pagado la extorsión conocida como impuesto revolucionario. "En nombre de Karlos Argiñano, Martín Berasategi, Juan Mari y mío, queremos dar las gracias a las instituciones, a los profesionales, a la prensa en general con alguna pequeña excepción y a nuestras familias, que han sufrido mucho con nosotros estos días". Y agregó: "Somos somos gente de bien, que nos dedicamos a hacer felices a los demás y que pedimos un poquito de respeto que, en algunos casos, no se nos ha dado".

El sumario que instruye el juez Andreu se inició como consecuencia de la detención del camionero de ETA Pedro Alcantarilla, arrestado tras la caída de Mikel Albizu, Mikel Antza y Soledad Iparragirre, Anboto. Pocos días después fue detenido en la localidad vizcaína de Ugao-Miraballes José Luis Beotegi. Éste negó pertenecer a ETA, aunque reconoció haber hecho favores a etarras. Beotegi explicó el caso de los cuatro cocineros. ETA había pedido 12 millones a cada uno, si bien precisó que sólo conocía que Arzak y Subijana habían pagado tras negociar él en su nombre: seis millones inicialmente y un millón al año durante seis años.

Los cuatro cocineros recibieron ayer el apoyo de una veintena de restauradores vascos, navarros y riojanos que protagonizaron una concentración de solidaridad en San Sebastián. El líder del PNV, Josu Jon Imaz consideró un "sin sentido" convertir a presuntas víctimas "en colaboradores del terrorismo".