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Apuntes

Desconcierto en las cuentas universitarias

Los gestores académicos temen problemas serios si no se despeja el horizonte financiero actual

Desde 1995 hasta 2003, las universidades públicas valencianas han contado con dos planes plurianuales de financiación que les han facilitado la planificación a corto y medio plazo. Desde enero de 2004, carecen de este instrumento de planificación. Hasta la apertura del curso en la Politécnica, el pasado 6 de octubre, los máximos responsables de las universidades públicas valencianas confiaban en que el documento entregado a la Consejería de Educación y conocido como Prórroga de programa plurianual de financiación 1999 / 2003 para 2004 / 2006 fuera la base de acuerdo con la Generalitat que se podría suscribir este otoño y sentaría al menos las bases de su financiación para el futuro inmediato.

Los rectores reclaman conocer los criterios del "nuevo modelo" de financiación"
Una portavoz socialista achaca la situación actual a "la ruina del Consell"

Había indicios suficientes para ello. El consejero de Educación, Esteban González Pons, había vaticinado una firma de acuerdo para septiembre. Su sucesor, Justo Nieto, nuevo responsable de la educación superior tras la remodelación del Consell, era uno de los impulsores de la "prórroga modificada" del viejo plan como rector de la Politécnica y, se pensaba, su mejor valedor en el Consell. Tanto el consejero Nieto, en la inauguración del curso en la Jaume I y en la Universitat de València, como el director general de Investigación, Jesús Pastor en la Miguel Hernández dieron a entender que las "novedades" sobre financiación serían dadas a conocer por el presidente Camps en la inauguración del curso en la Universidad Politécnica.

El hecho de que en el acto inaugural de la Universidad de Alicante, Francisco Camps se refiriera a los 550 millones que la Generalitat tiene presupuestados para las universidades e hiciera mención al horizonte financiero del 1,1% del PIB, parámetros utilizados por las universidades en el documento de consenso que remitieron a la consejería, abonaba la expectativa de un acuerdo.

Y las novedades se produjeron, pero en sentido inverso del esperado por los rectores. Camps sugirió en la Politécnica "un nuevo modelo de financiación", para el que se dio un plazo de seis meses. Las palabras de Nieto no ayudaron a tranquilizar a sus ex colegas rectores: "El futuro no es una prórroga del presente", dijo, y quien quiso entendió que la propuesta de los rectorados a la Consejería (Prórroga del programa...) era ya agua pasada y no un punto de partida.

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¿Por qué se ha llegado a este punto de desencuentro?

"No tenemos más detalles, sólo lo que dijo allí y algunas cosas que hemos leído en la prensa", comentó en Elche el rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, para reclamar, acto seguido, información "precisa" acerca de los criterios sobre los que se está trabajando en el nuevo modelo. Por ese motivo, los rectores, a raíz de su reunión en Elche, el jueves pasado, han pedido una cita con el presidente de la Generalitat, antes de finalizar octubre, para abordar esta situación que consideran "grave".

"Desconocemos la propuesta de modificación del plan o qué es lo que se quiere hacer", apuntó el rector en funciones de Alicante, Miguel Louis. Tomás recordó que las universidades no tienen capacidad de deuda ni pueden solicitar préstamos. "La dificultad es seria, y no tenemos elementos de referencia para preparar los presupuestos de 2005", apuntó.

Lo único claro en esta confusa espera es que los máximos responsables académicos han situado la salida del desconcierto al más alto nivel político, porque entienden que hay un cambio manifiesto de política. El ex rector Nieto que, como consejero, parece haber abandonado sus antiguos planteamientos, ya no es el principal interlocutor. Y, a la postre, hay otra consejería implicada, Hacienda, que ha de respaldar cualquier plan financiero. "Lo que pasa es que no tienen dinero", se repite en círculos universitarios supuestamente bien informados. Ante la falta de explicaciones, la portavoz socialista en las Cortes en materia universitaria, Amparo Marco, lo dijo de otra forma: "La ruina del Consell ha obstaculizado la financiación de las universidades públicas valencianas".

Incluso en el supuesto de que se consignaran finalmente para 2004 los 550 millones de que habló Camps en Alicante, lo cual estaría en sintonía con una parte de la "prórroga" propuesta por los rectores, no satisfaría del todo sus espectativas. En efecto, esa cantidad supondría un incremento del 8% con respecto a 2003 del resultante de sumar las distintas subvenciones de la Generalitat: fija, ordinaria, coste de la normativa estatal y autonómica y financiación ligada a objetivos. Sería condición imprescindible para llegar a los 750 millones de la financiación total que, dentro del modelo las universidades preveían para 2004. Hay, además, fuentes financieras, como las tasas académicas, que reducen su caudal año tras año por la caída demográfica.

Al mismo tiempo, nada se sabe del tercer plan de inversiones, para el que las universidades habían propuesto sustanciosas cantidades entre 2004 y 2006.

Las universidades insisten en que no se trata de disponer en estos momentos de cambio de unas cuentas continuistas y de contención de las inversiones. Por el contrario los equipos financieros de las universidades afrontan nuevos retos, como la convergencia europea. "Todo ello requiere dinero", coincidieron todos en la reunión.

Los rectores aseguran que, con el giro sugerido por Camps y Nieto el 6 de octubre, se ha producido un "impasse de consecuencias gravísimas debido a la "no aprobación del Plan de Financiación", según explicó Francisco Tomás en Elche. Y temen problemas serios si no se despeja el interrogante financiero actual. Con unas cuentas insuficientes, como las del presente ejercicio, y una incertidumbre manifiesta ante los presupuestos del próximo año, es casi imposible desarrollar ideas y proyectos y plantear iniciativas nuevas, según coincidieron todos los rectores. "Nuestro sistema universitario es diverso, cada uno tenemos unas necesidades, pero las económicas son agudas y comunes", resumió Francisco Tomás.

Para la Universitat de València, con la plantilla docente más estable, antigua y cara del sistema público valenciano, puede suponer incluso problemas a la hora de gestionar el pago de la nómina. En el caso de la Jaume I de Castellón la falta de nuevas inversiones implicaría paralizar algunas obras y la ralentización de la construcción de nuevos edificios. La Politécnica de Valencia, según el rector Javier Sanz, espera las nuevas para consolidar el proyecto de Parque Científico. En una situación similar se encuentra la Universidad de Alicante que ha sufrido varios aplazamientos de la puesta en marcha de un área de experimentación industrial. En la Miguel Hernández aguardan con impaciencia estos presupuestos para completar las obras del campus y acometer la primera fase de un parque tecnológico.

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