Suma y sigue...
En el acto central de la fiesta del Doce de Octubre, en la que se reúnen todas o casi todas las autoridades de este país, se han incorporado nuevos invitados (cosa impensable hace unos meses), y hasta los que lucharon en un bando u otro, con el argumento de que esto significaba una "verdadera reconciliación nacional". Pero yo pregunto: ¿por qué les cuesta tanto a todos hacer los mismo con los olvidados de siempre, las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo? Y a pesar de este desprecio reiterativo hacia este colectivo, que también pasamos de los ochenta y tantos, tendremos que seguir esperando que un día no muy lejano también nosotros seamos dignos de ser invitados a un evento de esta categoría y compartir con todos los estamentos del Estado.