Los pescadores gallegos dicen que el 'Prestige' redujo un 25% las capturas

Dentro de un mes se cumplirán dos años de la marea negra ocasionada por el naufragio del Prestige en la costa septentrional española, sobre todo en la de Galicia. Ya no se oyen los ecos políticos y mediáticos de la catástrofe, pero los efectos del fuel en el mar siguen vigentes. Al menos eso asegura un estudio realizado por la Coordinadora de Cofradías Afectadas por el Prestige, que estima que este año concluirá con unas capturas un 25% inferiores a las de un ejercicio normal, lo que se traduce en una pérdida de 17,3 millones de euros.

El balance de la Coordinadora de Cofradías, que agrupa a las organizaciones más críticas con la gestión de la crisis por el anterior Gobierno, contrasta con las estimaciones de la Consejería de Pesca. En declaraciones a TVE, el titular del departamento, Enrique López Veiga, consideró hace días que las capturas "no han variado significativamente, según datos de las lonjas, aunque para ver las posibles secuelas del fuel habrá que aguardar a ver los datos a medio plazo".

"Las cifras de las lonjas reflejan todas las descargas, incluidas las de la flota del Gran Sol, donde hay un fuerte repunte. Nosotros estudiamos los resultados de la pesca en aguas gallegas con artes menores, y las conclusiones son las que son, y estremecedoras", apunta Francisco Iglesias, patrón mayor de la cofradía de O Grove (Pontevedra).

Para realizar su informe, los técnicos de la coordinadora analizaron la evolución de las capturas en los últimos diez años. Desecharon las de sardina, cuyos bancos atraviesan desde 1992 una crisis cíclica que debería haber terminado en 2002, y también las correspondientes a los años 2000 y 2001, en los que la abundancia de lluvias rebajó la salinidad y la productividad de las aguas marinas. Tampoco consideraron las de 2002 y 2003, perjudicadas directamente por la marea negra.

Hasta 1999, las capturas tuvieron una cierta estabilidad y el estudio adoptó como referencia esa última campaña normal. Entonces se descargaron en los puertos gallegos 91.670 toneladas y las de este año (las de los nueve primeros meses más una proyección para los tres que quedan) sumarán unas 59.000 toneladas, un 25,7% menos. Con todo, los resultados previstos para 2004 mejoran a los de los dos ejercicios protagonizados por el chapapote.

Las lonjas facturarán este año 87,44 millones de euros y los cálculos de las cofradías, teniendo en cuenta la evolución del IPC desde 1999, estiman que los ingresos del sector se reducirán en un 15%. El descenso no fue tan acusado como el del volumen de capturas porque la escasez de la oferta incrementó los precios, sobre todo de moluscos, crustáceos y en general especies que se pescan cerca de la costa. Los capturados en caladeros más lejanos no sufrieron apenas variaciones en su cotización.

La relación directa entre los efectos del fuel y la escasez de pesca se evidencia, según el estudio, en los análisis de las distintas zonas. En Coruña Norte (desde A Coruña al Cantábrico), la disminución de este año sobre 1999 será de un 46% (800 toneladas menos) y en la Noroeste (la Costa da Morte, la más afectada) la producción bajó de 55.000 toneladas a 23.000 (un 58,4% menos). Sin embargo, hacia el sur, en la Ría de Muros-Noia el descenso fue de un 27,1%, y en la Arousa, donde los marineros lograron parar en buena medida la marea negra, las capturas disminuyeron un 17%.