Interior invertirá 130 millones en cuatro años para 'blindar' las costas de Andalucía y Canarias

El éxito obtenido por la Guardia Civil en la aplicación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) ha animado al Ministerio del Interior a incluir en sus previsiones económicas la inversión de 130 millones de euros en los próximos cuatro años para extender el blindaje electrónico del Estrecho a toda la costa de Andalucía, Canarias y Ceuta. Esta ampliación supondrá la instalación de estaciones sensoras en las zonas que aún carecen de ellas, la compra de 59 patrulleras y de 11 unidades móviles de radar, y la modernización de la flota de vehículos del instituto armado.

El SIVE es un sistema de vigilancia e interceptación de embarcaciones único en el mundo, con el que la Guardia Civil intenta controlar la frontera sur. Se basa en la combinación de tres elementos. El primero consta de una serie de estaciones sensoras repartidas a lo largo de la costa: torretas provistas de radares y cámaras infrarrojas y térmicas o furgonetas equipadas con los mismos medios.

El segundo elemento es un centro de control, desde el que agentes especializados manipulan a distancia las cámaras y los radares desperdigados por la costa. La información que remiten estas unidades aparece en sus pantallas como si de un videojuego se tratara.

El tercer elemento está formado por las llamadas "unidades de interceptación" (patrulleras, helicópteros y vehículos), que reciben órdenes desde el centro de control.

Un ejemplo de la combinación de esos tres elementos: la cámara térmica instalada en una torreta de la costa de Cádiz descubre una patera y remite la imagen al centro de control de Algeciras. Esa imagen aparece en una pantalla de ordenador que registra todo lo que ocurre en el Estrecho. El agente al mando del centro moviliza la patrullera más cercana para que intercepte la lancha y rescate a los inmigrantes. El SIVE ya funciona en las costas de Cádiz, Málaga, Lanzarote y Fuerteventura. Y antes de fin de año estará operativo en Granada.

Varios datos certifican su éxito. De una parte, su efecto disuasorio queda patente al observar que el número de inmigrantes detenidos cuando intentaban entrar en España en pateras ha caído un 17% en los últimos nueve meses respecto al mismo periodo del año anterior.

De otro lado, su rapidez queda demostrada a la vista del porcentaje de pateras interceptadas en el mar, que ha crecido desde el 35% en 2002 hasta el 61% en lo que va de año, y a la reducción del número de embarcaciones que fueron detectadas pero que no dio tiempo a interceptar, que descendió desde el 22% en 2002 hasta el 4% de este año.

Visores nocturnos

Pero tal vez el dato que más satisface a los responsables de la Guardia Civil es el que afecta a las operaciones de rescate. En 2002, los rescatados no superaron el 26,4%. Este año, la cifra se ha incrementado hasta el 48,2%. Un informe del instituto armado fechado el mes pasado señala: "Mientras que haya un solo muerto, será demasiado, pero puede ser un dato optimista que el SIVE haya permitido duplicar en sólo dos años la capacidad de salvamento de las unidades de la Guardia Civil en el mar".

El funcionamiento del SIVE en Cádiz y Málaga desplazó este verano la llegada de pateras hacia las menos vigiladas costas de Granada y Almería. El informe ya mencionado señala que "éste es un litoral en apogeo, con unas redes de tráfico de personas que emplean medios más caros y sofisticados, que es [una ruta] utilizada fundamentalmente por personas de origen marroquí".

Desde 2002 y hasta finales de este año, el Estado habrá invertido en el programa SIVE 106 millones de euros. Pero, a la vista de la efectividad lograda, no es de extrañar que se proponga invertir otros 130 millones hasta finales de 2008.

El 60% de esas cantidades es destinado a la instalación de los soportes técnicos (torretas, radares, cámaras, sistemas de transmisión...) y el 40% restante a la adquisición de unidades de interceptación (patrulleras, vehículos...).

A día de hoy, han sido instaladas 18 torres sensoras, 13 de ellas en Cádiz, Málaga y Granada, una en Ceuta y cuatro en Fuerteventura, y han sido adquiridas dos unidades móviles. En los próximos cuatro años serán instaladas al menos siete torres más y adquiridas otras 11 unidades móviles.

Servicio marítimo

El programa SIVE supondrá también un gran impulso para el servicio marítimo de la Guardia Civil, que ahora cuenta con tres patrulleras de altura (30 metros de eslora) y nueve medias (17 metros). Las previsiones contemplan que a finales de 2008 el instituto armado disponga de 16 patrulleras de altura, 44 medias y 11 ligeras (entre 12 y 14 metros de eslora).

Además, el SIVE ha impulsado la compra de visores nocturnos, motos de cuatro ruedas diseñadas para patrullar las playas de arena, sistemas de detección automática de matrículas de vehículos y sensores capaces de oír los latidos del corazón en el interior de un contenedor metálico, entre otros avances tecnológicos.

Pero no se paran ahí las ambiciones por controlar el mar territorial: los mandos de la Guardia Civil han solicitado al Gobierno la compra de dos aviones de reconocimiento, uno para la zona del Estrecho y otro para Canarias.