Los ganaderos lanzarán una etiqueta de la ternera catalana en 300 tiendas
El distintivo de crianza Provedella arrancará en noviembre
Carne de tenera con carnet de identidad. La asociación Provedella, que reúne a los productores de carne de ternera de Cataluña, lanzará a principios de noviembre una etiqueta que garantizará que la crianza del animal se ha hecho en esta comunidad autónoma. Provedella cree que el poder de los consumidores puede ser enorme. Por eso, ha decidido lanzar su etiqueta en 300 puestos de venta, entre mercados, supermercados y carnicerías.
Provedella está formada por 16 entidades, entre ellas 10 cooperativas, la federación de cooperativas, dos asociaciones de ganaderos y los sindicatos Unió de Pagesos, Joves Agricultors i Ramaders y Asaja.
La nueva etiqueta garantizará los actuales controles y certificaciones que tiene el sector sobre la calidad de la carne. Y, de forma especial, que los animales han pasado los últimos seis meses de vida en una granja catalana adherida a esta asociación. Los animales acostumbran a ser sacrificados cuando tienen unos 12 meses de vida, por lo que el distintivo garantizará que el animal ha pasado al menos la mitad de su vida en una granja de Cataluña, dicen fuentes de la dirección de Provedella.
Una vez mejoradas las exigencia de calidad, los ganaderos creen en lo que los expertos contables llaman fondo de comercio, es decir, el valor inmaterial que puede llegar a tener un producto, teniendo en cuenta el prestigio, el nombre y en este caso el origen de los artículos. La asociación quiere darse a conocer entre los consumidores, consciente del papel cada vez más importante que tienen las marcas y los distintivos de calidad y de origen. "Ahora nuestro objetivo no es sólo garantizar la calidad de los animales de nuestras granjas, sino que el consumidor final llegue a identificar plenamente el producto", dicen en Provedella.
Desde principios de noviembre, los consumidores podrán ver el nuevo distintivo de la ternera catalana incorporado en la etiqueta de los distribuidores y productores de carne de este tipo. El lanzamiento de la etiqueta nace respaldado por las entidades representativas del sector: las asociaciones de ganaderos de Alcarràs y Juncosa, y las cooperativas Copaga, Copalme, Coperal, Cotecnia, Artesa, Ivars, Bellcaire, La Fuliola, Linyola y Plana de Vic, además de los tres sindicatos agrarios citados.
Aunque Provedella está formada por todas estas entidades, la adhesión al nuevo distintivo es voluntaria para cada explotación. La cabaña de ternera catalana abarca unas 400.000 cabezas. En una primera fase Provedella tiene previsto crear su etiqueta en noviembre con el respaldo de granjas que agrupan unas 75.000 cabezas, es decir, cerca del 20% del total, dicen fuentes de la asociación que preside Ricard Molins.
Provedella nació hace tres años. Fue en plena crisis de las vacas locas. Su primera tarea fue lograr una especie de catarsis interna para poder pasar con nota la doble normativa de la Generalitat: la del Departamento de Salud, en los mataderos, y la que aplica el Departamento de Agricultura. Sus asociados, como otros en el sector, están sometidos a controles sobre alimentación de los animales en materia de agua y piensos. Fuentes del sector dicen que los controles aplicados por el sector en general han logrado aumentar la confianza de los consumidores.
En esta nueva etapa de darse a conocer entre los consumidores, Provedella proyecta aumentar la oferta con nuevas referencias al consumidor sobre el contenido graso de la carne. "Creemos que hay una ecuación clara: a más información más consumidores", dicen las fuentes consultadas.
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