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Signos

Músicos y artistas de las dos orillas

El Festival de las Andalucías Atlánticas presenta a Tomatito y Radio Tarifa en Marruecos

Cuando el orientalista Jacque Berque (Argelia, 1910) se refirió, a mediados del siglo pasado, a "las Andalucías" como un espacio común y de encuentro entre pueblos, en el entorno mediterráneo, más allá de lo que hoy se conoce como la comunidad andaluza, estaba poniendo, sin saberlo, la primera piedra del Festival de las Andalucías Atlánticas de Mogador (Marruecos), un acontecimiento cultural que celebra este año su segunda edición entre mañana 30 de septiembre y el día 2 de octubre, con un lema significativo: A favor del mestizaje.

"Lo de atlánticas, sin embargo", explica la hispanista Oumama Aouad, directora del festival, "es una invención nuestra. Queríamos ir aún más lejos y aglutinar en torno a la idea de este encuentro multicultural no sólo a Andalucía y Marruecos, sino también a América Latina, pues consideramos que hasta allí ha llegado parte de ese legado común andalusí".

Aouad se extiende en la defensa de "un futuro sin rencor". Y a continuación propone que "hay que perder el miedo" a mantener unas relaciones fluidas entre cristianos y musulmanes. La profesora de Literatura Española en la Universidad de Rabat rompe asimismo una lanza a favor del "aprovechamiento" de ese legado de sangre e historia comunes, y pide compartir las costumbres, la gastronomía, la música, la pintura, la literatura, y, en general, cualquier manifestación cultural que se ha ido fraguando a lo largo de los siglos.

La hispanista marroquí no tiene dudas y critica a quienes, aferrándose al pasado, le ponen todo tipo de trabas al futuro. "No hay que encerrarse ni ensimismarse con lo que ocurrió en Al-Ándalus hace mil años. Debemos crear y aportar ideas nuevas si queremos tener un futuro juntos y en paz". "El pasado", vuelve a insistir, "sólo debe servirnos como un espacio para la erudición; no para justificarnos. El pasado pasó, y ahora nos toca convivir y trabajar codo con codo. Tenemos que actuar como iguales si queremos que avance el mestizaje".

En este marco, precisamente, es en el que la Fundación Alizes (alisios, en español) y la Junta de Andalucía -"hemos compartido la organización, prácticamente, al 50%", puntualiza Aouad- quieren que se desarrolle el festival. Desde España acuden Tomatito, Javier Ruibal y Radio Tarifa. Por parte marroquí actúan Touria Hadraoui y Anouar el Mohamedia, dos de las voces más conocidas del país.

Tampoco va a faltar la música gnaoua, propia de la región de Mogador. En este caso, cabe destacar el recital de flamenco-gnaoua de Pedro Soler, Majid Bakkas e Inés Pecan, el viernes, día uno. La participación iberoamericana, como ya sucediera el año pasado con México, está asegurada también. El comité organizador ha elegido, en esta ocasión, a un representante de Cuba. Su "huésped de honor" en este caso será el grupo de salsa cubano Guasón, que aúna en sus temas influencias europeas, africanas y caribeñas.

Pese a que ésta es solamente la segunda edición del festival, los organizadores creen que Mogador reúne todas las condiciones para ser ese punto de encuentro de "las Andalucías Atlánticas". "Es una encrucijada entre los continentes europeo, africano y americano", dijo Pedro Moya, secretario general de Asuntos Exteriores de la Junta, la semana pasada, durante la presentación del encuentro multicultural, al que, de paso, brindó "todo el apoyo" del Gobierno andaluz.

Clima envidiable

Situada a 800 kilómetros del sur de la Península, Mogador goza de un clima envidiable, amplios espacios urbanos para organizar conciertos al aire libre, centros de reunión apropiados e infraestructura hotelera suficiente. Además de las actuaciones musicales, se celebrarán seminarios para discutir el pasado, presente y futuro de las relaciones entre marroquíes y andaluces; conferencias sobre el legado andalusí y el Itinerario Cultural Almohade y Almorávide, recientemente premiado por el Consejo de Europa; y exposiciones de pintura, fotografía y vídeo.

La bahía de Mogador acogerá por primera vez en Marruecos una carrera de caballos "al estilo de las que se celebran en Sanlúcar de Barrameda", explica Aouad, que no desaprovecha la ocasión de reiterar un deseo: "Tenemos que ahondar en las relaciones marroquíes-andaluzas". Y pone un ejemplo: "Cuando inicié las gestiones para organizar un espectáculo ecuestre en Essaouira (Mogador) descubrí que los criadores de caballos marroquíes ignoraban la existencia de la Real Escuela Ecuestre de Jerez. Sin embargo, conocían la de Viena. Esto no puede ser".

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