La casa barcelonesa de Puig i Cadafalch pierde la categoría de interés nacional

El arquitecto y político Josep Puig i Cadafalch tiene muchas de sus obras catalogadas como bienes de interés nacional. Pero su propia casa barcelonesa, en el número 231 de la calle de Provença, que el arquitecto y presidente de la Mancomunitat de Catalunya reformó y en la que vivió hasta su muerte, ha dejado de tener esta categoría. El Departamento de Cultura de la Generalitat ha retirado a la casa la declaración de monumento histórico-artístico que le fue otorgada en 1974, según una resolución publicada ayer en el Diari Oficial de la Generalitat. La casa, que el arquitecto reformó y amplió en 1917, tiene tres plantas, dos de ellas sobre rasante.

La resolución de Cultura hace constar que "los valores culturales del inmueble sólo son destacables desde un punto de vista local". Ahora debe ser el Ayuntamiento de Barcelona el que decida si la casa se cataloga como bien de interés local.

La actual dueña de la casa es Marta Riera, bisnieta del arquitecto. Hasta su fallecimiento, hace dos años, la casa había estado ocupada por el padre de ésta. Riera, con la que ayer habló este diario, también es propietaria de la casa de veraneo que el arquitecto construyó en Argentona.

El inmueble está ahora deshabitado y su propietaria quiere ampliar en uno o dos pisos la altura edificable para poder dedicarlo a oficinas, pero respetando su arquitectura básica, según explicó ayer.

La casa barcelonesa de Puig i Cadafalch había sido el domicilio de su suegra. Fue reformada por el arquitecto y convertida en residencia y estudio, según explica Lluís Permanyer en el libro Josep Puig i Cadafalch, dedicado a la obra del artista y político.

Josep Puig i Cadafalch nació en 1867 en Mataró y murió en 1956 en la casa ahora descatalogada. Además de arquitecto, fue diputado y presidente de la Mancomunitat de Catalunya a partir de 1917, tras la muerte de Enric Prat de la Riba. Entre sus obras más conocidas figuran la casa Amatller, en el paseo de Gràcia; la fábrica Casaramona, hoy sede de Caixafòrum; la casa Pich i Pon, en la plaza de Catalunya, y la casa Terrades, más conocida como Les Punxes, en la Diagonal.