Los trabajadores de Izar San Fernando suavizan sus protestas tras el avance en la negociación
La comisión de alcaldes se atribuye el "éxito" del aplazamiento del plan de la SEPI
Los trabajadores de IZAR San Fernando, los que más activamente han protestado contra los planes de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), se plantean "bajar los ánimos" de sus movilizaciones, después de los avances conseguidos en la mesa negociadora del miércoles, en la que se aparcó el plan industrial previsto para los astilleros públicos españoles. La comisión de alcaldes, formada por todos los municipios con factorías navales, salvo los gobernados por el PSOE, se felicitó por el "éxito" conseguido con su presión.
Según el primer edil de Puerto Real (Cádiz), José Antonio Barroso (IU), "los socialistas han salido derrotados doblemente: primero en el Parlamento y ahora en sus reuniones con los sindicatos".
Los trabajadores analizarán los resultados el próximo lunes en una asamblea que celebrarán en la factoría. "No se han cumplido todos nuestros objetivos", explicó el portavoz del comité de empresa, José Antonio Oliva. "Nosotros queríamos que se abordara el futuro concreto de cada centro y eso se ha vuelto a posponer". Con todo, Oliva cree que "se ha abierto un nuevo escenario", por lo que se mostró partidario de reconducir las protestas en San Fernando.
Los trabajadores de este astillero se han movilizado cada día laborable desde que se conocieron las intenciones de la SEPI. La última jornada de protestas fue el jueves y acabó con graves daños sobre la vía del tren, que permaneció cortada nueve horas. "Estamos quemados de estas movilizaciones, también lo están los ciudadanos, así que mi opinión es que hay que bajar los ánimos ante este nuevo escenario", dijo Oliva.
Los alcaldes de la Bahía gaditana con astilleros también analizaron ayer los resultados de la mesa negociadora. Los primeros ediles de Cádiz, Teófila Martínez (PP); de San Fernando, Antonio Moreno (PA) y de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU) mostraron su satisfacción porque, en su opinión, el aplazamiento del plan de la SEPI es un "triunfo" de sus reivindicaciones y una "derrota" de los socialistas.
El más vehemente fue Barroso, quien llegó a reclamar las dimisiones del ministro de Economía, Pedro Solbes, y el de Industria, José Montilla, "por no luchar por el sector naval español".
Los alcaldes acusaron el Ejecutivo central de haber paralizado las negociaciones para contratar siete petroleros, que se habían iniciado durante el anterior Gobierno del PP. Según sus datos, hubiesen supuesto tres años de trabajo para las factorías navales españolas. "Solbes y Montilla se encontraron los contratos en la mesa, pero no hicieron nada", dijo Barroso.
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