Los anti-Fórum afirman que la mayor crítica ha sido la indiferencia
"Es lo de la frase popular: castigar con el látigo de la indiferencia". Estas palabras de un integrante de la Asamblea de Resistencias al Fórum sintetizan el balance que hacen de la cita todos los representantes de los colectivos que lo han rechazado. Consideran que la indiferencia, traducida en no asistencia al recinto y en falta de entusiasmo ciudadano -en una ciudad, Barcelona, que se echa a la calle a la mínima propuesta de participación-, ha sido la peor crítica al Fórum. "La repulsa ciudadana se ha materializado en la no asistencia y el escepticismo que ha reinado en la calle", señala el portavoz del movimiento okupa, Albert Martínez. "La indiferencia ha sido la mayor muestra de fracaso, la gente no ha ido ni a protestar", añade el antropólogo Manuel Delgado, uno de los referentes intelectuales de la crítica.
El evento ha contado con opositores casi desde el mismo día en que se hizo pública la propuesta. Que Barcelona tenía otras prioridades de inversión; que el evento escondía una maniobra especulativa; que las multinacionales patrocinadoras actúan contra los ejes que defiende el Fórum, o que las instituciones impulsoras actúan de forma contradictoria con estos ejes han sido algunos de los argumentos en los que se ha apoyado la repulsa.
Entre las primeras entidades que rechazaron el Fórum figura la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona. Nunca han participado en protestas, pero se han negado a colaborar.
"Se planificó sin contar con la gente de la calle y lo han pagado con la indiferencia", afirma su presidenta, Eva Fernández.
Asamblea de colectivos
El otro gran referente del movimiento de repulsa ha sido la Asamblea de Resistencias, que agrupa a decenas de colectivos y movimientos sociales de la ciudad, desde okupas hasta artistas, pasando por plataformas ecologistas o contra la especulación.
Sin embargo, al contrario de lo que la ciudadanía preveía, prácticamente no ha habido manifestaciones de rechazo al Fórum. Se editaron chapas con el lema Yo no soy Fórum, se invitó a los ciudadanos a fotografiarse con lemas críticos en el llamado Forumatón, se convocó una cacerolada el día de la inauguración, se organizó la invasión por mar con pateras urbanas y piensan protestar mañana -cuando se lea el pregón de la fiesta mayor- y en la clausura.
"No podíamos criticar unos principios que son loables a priori, así que optamos por desenmascarar al Fórum: mostrar sus contradicciones y oscuridades a la ciudadanía", explica uno de los portavoces de la asamblea, Joan Casellas, quien asegura que han dado más de 200 charlas. También escribieron a ponentes invitados por la organización, como Noam Chomsky, José Bové o Naomi Klein, pidiéndoles que no participaran en los diálogos. En algunos casos, lo consiguieron.
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