Guerrilla
Esto se parece cada vez más a Nayaf. Decenas de encapuchados toman las calles y se hacen dueños de la situación. Cortan la circulación, impiden el tránsito de pacíficos ciudadanos y destrozan el mobiliario urbano. Así está la Bahía de Cádiz. Ante cualquier crítica, la respuesta es "nosotros no tenemos la culpa". Es decir, si alguien presenta una propuesta de negociación, el rechazo consiste en asaltar las calles e iniciar una guerrilla urbana. El contagio se extiende por España. El conflicto de Izar empezó de manera pacífica en Ferrol, Gijón, Sestao y Sevilla, pero ya ha llegado allí el eco de los enfrentamientos. Por si fuera poco, otros sectores han visto abrirse una línea de conducta para satisfacer sus reivindicaciones. Es el caso de los taxistas de Sevilla, que no contentos con colapsar el tráfico en el centro de la ciudad, destrozan el Ayuntamiento y obligan a la suspensión de un pleno. Todo para pedir que sea el municipio el que invierta en sus vehículos privados. Cabe recordar que en Andalucía hay más de mil convenios colectivos que pueden seguir esta línea de conducta, aplicar las nuevas formas de la lucha obrera. La guerrilla urbana y el pasamontañas se adueñan de nuestras calles.
Está claro que la situación de Izar resulta insostenible. No sabría decir si la solución es la segregación y la privatización, entre otras cosas porque a los dirigentes sindicales y a los partidos políticos no se les ha escuchado otra idea. Pero si el Gobierno cede ante la presión, será toda una cadena de cesiones en el futuro y dentro de unos años otra crisis del sector naval. Lo que haya de ser, que sea pronto y que resuelva el problema de una vez.
Por otra parte, no entiendo cuál es la diferencia entre el Puente Carranza y el del V Centenario. Me gustaría saber el motivo por el cual la Bahía de Cádiz puede verse colapsada y Sevilla no. Por qué no se permite cortar el tráfico en el puente sevillano y sí en el gaditano. Lo cierto es que al corte del Puente Carranza se le suma el de la carretera nacional y el de la vía del tren y la ciudad de Cádiz se convierte en un inmenso zulo con decenas de miles de ciudadanos atrapados e indefensos. Antonio Sanz, para ayudar, ha dicho del presidente de la Junta que comete "alta traición". Lo que no ha dicho es cuándo se va a proceder a su fusilamiento.
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