El consejero Carretero rechaza la tasa propuesta por Maragall

La idea de gravar las transacciones inmobiliarias en el Pirineo con una tasa cuyos fondos se destinarían a preservar las comarcas de montaña, lanzada el viernes por el presidente Pasqual Maragall a título de "reflexión", no ha encontrado eco positivo ni en su Gobierno. Ayer la rechazaron el consejero de Gobernación, Joan Carretero; el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, y la portavoz de ICV, Dolors Camats, además de los líderes de los dos partidos de la oposición, Artur Mas (CiU) y Josep Piqué (PP) .

Carretero, que antes de ser nombrado consejero era alcalde de la capital de la Cerdanya, Puigcerdà, reconoció que algunas comarcas, como ésta, han registrado un crecimiento "espectacular" de la actividad inmobiliaria, pero señaló también que "la construcción es el único motor económico" con que cuentan.

Por esta razón, sostuvo que si bien la reflexión de Maragall ha sido provocada por un problema real, la masificación de algunas zonas, "lo más importante es hacer una programación urbanística adecuada, afinando bien qué lugares deben crecer o no".

En el mismo sentido se pronunció Puigcercós, quien opinó que "ya hay bastantes instrumentos para frenar el crecimiento urbanístico". Advirtió , además, de que no tendría sentido "aplicar un impuesto suplementario en la Cerdanya cuando el litoral catalán está absolutamente desbordado". La portavoz de Iniciativa Verds, Dolors Camats, opinó que el Gobierno catalán dispone de instrumentos legales suficientes para ordenar la urbanización del Pirineo.

También la oposición se pronunció contra gravámenes suplementarios sobre el sector inmobiliario. El secretario general de Convergència, Artur Mas, sostuvo que los socialistas "siempre que tienen que resolver un problema piensan en poner una tasa o un impuesto". Indicó que el PSC ya impuso "indirectamente" una tasa sobre el Pirineo al aprobar en agosto un impuesto sobre los hidrocarburos para financiar el déficit sanitario, porque las calefacciones de esta zona funcionan con gasóleo.

Mas se preguntó si Maragall ha pensado en los jóvenes del Pirineo, que tendrían más difícil acceder a una vivienda si se impusiera esta tasa. Por eso reclamó al presidente de la Generalitat "más imaginación, más rigor y un poco más de conocimiento del territorio" porque parece, dijo, "que sólo piense en los visitantes de fin de semana y no en la gente que reside en la zona".

No menos contundente, el lider del PP en Cataluña, Josep Piqué, calificó la idea de Maragall de "absurda" y "desafortunada". Igual que Mas, Piqué afirmó que la reflexión del presidente "sigue la filosofía del PSC y del Gobierno tripartito de que cuando algo no funciona la solución es crear impuestos".

Piqué, que acudió a L'Ametlla de Mar para participar en unas jornadas sobre las tierras del Ebro convocadas por su partido, subrayó que las transacciones inmobiliarias en el Pirineo ya están gravadas fiscalmente y consideró contraproducente incrementar los impuestos. Sólo el diputado socialista Joaquim Llenas, alcalde de València d'Àneu (Pallars Subirà), secundó la idea de Maragall. "Sería una manera de compensar el déficit en infraestructuras que la construcción de segundas residencias está generando en estas comarcas", dijo. Llenas constató: "Este boom inmobiliario nos preocupa a todos y provoca muchas cargas a los ayuntamientos en materia de infraestructuras, a las que no pueden hacer frente".