España, Francia y Alemania frenan el plan de la OTAN para entrenar al Ejército iraquí
"Ningún militar está autorizado a ir a Irak", dice Bono ante los ministros europeos de Defensa
España, Francia, Alemania y Bélgica bloquearon ayer el plan de la OTAN para formar y entrenar al nuevo Ejército de Irak. Los cuatro países, hoy los más críticos en la Unión Europea con respecto a la situación en Irak, remitieron por escrito al secretario general de la Alianza Atlántica sus reservas oficiales (en el caso de Francia y Bélgica) y sus matizaciones (España y Alemania) al plan. Los cuatro Estados quieren dejar claro que las fuerzas aliadas no se implicarán en acciones de combate y que estarán bajo control directo de los embajadores de la Alianza.
Ninguno de los cuatro quiere que la estructura de mando de las fuerzas de la OTAN se mezcle con la de la coalición internacional presente en el país desde hace un año y medio.
Fuentes de la OTAN informaron ayer de que los países que han objetado el plan también desean que la Alianza precise qué parte del entrenamiento y formación podrá hacerse fuera de Irak, como exigen hacerlo España y Alemania, entre otros. En una reunión de ministros de Defensa de la UE en Noordwijk (Holanda), el español José Bono declaró: "He dado una instrucción precisa y escrita. Nuestros militares participan en los grupos de Estado Mayor, pero ningún militar español está autorizado a ir a Irak y cualquier ayuda española a los programas de la OTAN tiene que hacerse sin que suponga un desplazamiento o traslado de contingentes españoles a Irak bajo ningún concepto".
También quieren concretar esos países que la selección de mandos del nuevo Ejército iraquí se hará teniendo en cuenta el equilibrio étnico y religioso. España, además, ha pedido que conste que la operación se realiza a petición del Gobierno iraquí y que éste debe involucrarse en el plan. Bélgica exige que el coste no se sufrague por entero con un fondo común, sino que haya un fondo común y aportaciones nacionales.
Protección
Francia insiste en su escrito en que debe quedar clara que la protección más cercana a los centenares de militares aliados que se desplacen a Irak la dará la propia OTAN, y sólo la lejana la aportarán fuerzas de la coalición internacional que comanda EE UU. Otra pretensión de los mencionados países es que se deje constancia de que la misión de adiestramiento se incrementará o disminuirá en función del desarrollo de la situación en Irak.
El plan para formar a los militares iraquíes fue presentado al Consejo Atlántico (los embajadores de los 26 países aliados) el pasado miércoles. Fue aceptado en líneas generales, aunque se exigió que el documento correspondiente estuviera precedido por una "opinión política" en la que se recogieran una serie de garantías, también políticas, sobre la operación. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, envió el jueves a los Gobiernos un borrador de documento y es a éste al que los cuatro países han puesto objeciones.
El programa para esa misión de entrenamiento está, sin embargo, prácticamente aprobado en sus líneas principales. Así, no hay objeciones a que se cree cerca de Bagdad una academia militar bautizada ya como Centro de Entrenamiento, Educación y Adoctrinamiento. Ni a que el responsable militar sea el general estadounidense David Petraeus, hoy jefe de las unidades de la coalición internacional que ya forman a militares iraquíes. Los cuatro países citados quieren aclarar precisamente qué valor añadido tendrá la Alianza en este terreno. Petraeus tendrá una doble dependencia jerárquica: en la coalición y en la OTAN.
El aviso de que el plan contaba con algunas objeciones lo dio el propio De Hoop Scheffer después de ver a los ministros de Defensa en Holanda. "Los 26 aliados no están totalmente satisfechos", aunque "no son temas de sustancia" y "soy muy optimista" ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo en los próximos días.
Pese a los problemas surgidos, "todos los aliados consideran que la OTAN debe comenzar esta misión en cuanto sea posible", comentó el holandés De Hoop Scheffer. De hecho, el secretario general de la OTAN prometió el lunes en Bruselas al presidente iraquí, Gazi al Yauar, que la Alianza acudirá de forma "urgente" a formar a los militares iraquíes porque así favorecerá que el Gobierno de Irak se responsabilice antes de la situación.
Las fuentes de la Alianza consultadas coinciden en señalar que el acuerdo final puede llegar en una semana. No obstante, los debates relacionados con Irak en el seno de la OTAN se complican sistemáticamente. Ya en julio, el Consejo Atlántico necesitó varias reuniones extraordinarias sólo para decidir la fórmula y el paraguas bajo los cuales acabaron desplazándose a Bagdad 40 oficiales de la OTAN que ya entrenan a cuadros iraquíes.
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