El 46% de las familias de la región hace frente a una hipoteca
Sólo un tercio consigue ahorrar sin renunciar a nada
Casi la mitad de los madrileños (46%) está pagando una hipoteca, a la que destina por término medio el 40% de sus ingresos mensuales. Estos datos aparecen en la última encuesta realizada por la Cámara de Madrid, de la que se desprenden otras conclusiones sobre la economía doméstica: ha aumentado el endeudamiento, las cuentas de ahorro, el ahorro diferido (el destinado a pagos comprometidos), y descienden, por contra, los planes de jubilación. Según se desprende de este estudio, quienes más ahorran en la Comunidad de Madrid son las familias más jóvenes.
En la encuesta de la Cámara de Madrid se estudian los hábitos y el coste personal y familiar del ahorro, así como el objeto del mismo. La mayoría de los que reconocen que destinan una parte de sus ingresos al ahorro (55%) asegura apartar para ese fin cantidades variables cada mes, siempre en función de los gastos de cada periodo. Esta costumbre se ha venido incrementando en los últimos años: en 2001 sólo era el 50%.
Un 17% del total de la muestra, lo que equivale a algo menos de la cuarta parte de los que reconocen ahorrar algo, asegura destinar a este objeto cantidades fijas todos los meses. Esta práctica es más habitual en los hogares más jóvenes y con mejor posición social.
De todas formas, el perfil de quienes ahorran no ha variado sustancialmente en los últimos años. El ahorro decae con la edad y especialmente en los núcleos urbanos en que ésta es más avanzada. De hecho, a partir de los 65 años sólo el 53% de los entrevistados declara seguir alguna práctica concreta de ahorro, frente al 87% de los menores de 35 años que lo hacen. Así, entre los más jóvenes y con un nivel de vida más elevado, el ahorro es una práctica muy extendida. Pero, el dinero destinado a los planes de jubilación desciende entre los madrileños con menor edad.
La encuesta también indica que los que más ahorran son también los que más gastan. Más de la mitad de los que dicen ahorrar reconoce que, para conseguirlo, necesita privarse de algo. Y, menos de un 30% del total de familias entrevistadas logra apartar una parte de sus ingresos sin sentir algún perjuicio sobre su nivel de consumo. Esas privaciones afectan al ocio más que a la compra de bienes de equipamiento duradero.
El 16% dice haber limitado las salidas y otros gastos de ocio; el 13 % ha suprimido o reducido las comidas fuera de casa; otro 11% ha prescindido de sus vacaciones o se ha visto obligado a bajar la calidad de sus salidas. El 10% controla el gasto en vestimenta y calzado; pero sólo un 4% ha renunciado a alguna compra de equipamiento doméstico, y menos del 3% a la realización de mejoras en la vivienda, o a la adquisición de una nueva casa o a cambiar de coche.
Ahorro
Una parte importante, y además creciente, del ahorro se queda depositado en cuentas -corrientes o de ahorro-. En torno al 40% de los hogares está generando un ahorro a corto plazo, que no sería otra cosa que una forma de lo que se conoce como consumo diferido, es decir el destinado a pagos comprometidos.
Para hacer frente a las hipotecas familiares, los hogares declaran estar destinando, como media, en torno a un 40% de sus ingresos familiares, aunque con una variación bastante alta en torno a esa media. De hecho, más de la mitad de las respuestas recogidas se concentra entre el 25 y el 50%, y más de un tercio entre el 33 y el 50%. En suma, casi el 60% de los hogares afectados por hipotecas debe retirar más de un tercio de sus ingresos al pago de sus cuotas, es decir que supera el límite de lo que se considera adecuado en este sentido.
De tal manera que casi la mitad de los hogares madrileños (45,6%) está haciendo actualmente frente a una hipoteca. En concreto, un 37% de las familias está amortizando una hipoteca que afecta a los ingresos de más de un miembro familiar, mientras en un 8% de los hogares este tipo de endeudamientos afecta sólo a uno de sus integrantes. Es decir, que sólo un 54,4% de los hogares madrileños está libre de hipotecas.
La situación de endeudamiento familiar está muy extendida en los hogares más jóvenes (65% en los de menos de 35 años) y tiende a desaparecer con la edad, aunque mantiene una penetración importante, incluso, en el segmento de 45 a 54 años (38%); es decir que se extiende un tramo muy largo de la vida laboral.
Por su parte, las hipotecas individuales afectan, según el estudio de la Cámara de Madrid, dirigido por Miguel Marías, " lógicamente" a los hijos en disposición de emanciparse.
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