La enseñanza pública acoge al 60% de los estudiantes de la región

Los colegios concertados (de titularidad y gestión privada pero sostenidos con fondos públicos, y por tanto gratuitos) son cada vez más grandes. En el curso 2004-2005, que empezará el lunes, cada uno de estos centros acogerá una media de 534 alumnos, un 34,5% más que los públicos, que tienen 397 alumnos por colegio. Los centros concertados reciben fondos públicos en función de su número de aulas. Aun así, la mayoría de la población escolar, que supera por primera vez el millón de alumnos -un 10%, inmigrantes-, será acogida por la pública.

El 60% de la población escolar de enseñanza no universitaria en la región se concentra en los centros públicos. En total, en los colegios e institutos públicos estudiarán 599.452 alumnos, que se distribuirán en 1.509 centros. Esta cifra supone una media 397 alumnos por colegio o instituto. La concertada acogerá a sólo 260.261 estudiantes, que se dividen en 487 centros, lo que da una media de 534 alumnos; es decir, un 34% más, por colegio, que en la pública.

El consejero de Educación, Luis Peral, puntualiza que esta comparación no es posible, ya que los centros concertados ofrecen todas las etapas educativas, mientras que en la pública esas etapas se dividen entre colegios de infantil y primaria e institutos de secundaria y bachillerato. Sin embargo, si la comparación se hace con los centros privados (210 alumnos por centro), que también acogen todas las etapas, el desfase es aún mayor: cada colegio concertado acoge, de media, un 154% más de alumnos que cada uno de los 687 centros privados, que suman un total de 144.344 escolares.

La preferencia de la población escolar por los centros concertados se ha venido manifestando, además, por el número de solicitudes que estos colegios no pueden atender. Sólo en la capital se presentaron en junio 7.100 solicitudes más que las plazas que ofrecían, mientras la pública recibió 11.100 menos de sus plazas disponibles.

Peral asegura que "los esfuerzos del Gobierno regional se dirigen a la pública". Como ejemplos pone la próxima inauguración de 15 centros públicos -con una inversión de 159 millones de euros- frente a 4 concertados, el aumento de un 52% de las ayudas económicas a las familias más desfavorecidas (becas de comedor y de compra de libros de texto y material), los 26 nuevos colegios públicos bilingües y los programas de deporte escolar y fomento de la lectura.

"Perversión" de la oferta

Por su parte, Emilio Díaz Muñoz, secretario técnico de la Federación Española de Religiosos en la Enseñanza (FERE) -que representa al 70% de los centros concertados-, argumenta que el afán de la mayoría de los padres por sus colegios responde a "una valoración muy positiva" de su oferta educativa.

Para Francisco García, de CC OO, la "perversión de la oferta de la enseñanza concertada" es lo que ha desnivelado la balanza. "Estos centros nacieron para dar una educación gratuita donde no podía llegar la pública, pero ahora se ha convertido en una educación selectiva", asegura, ya que "seleccionan al alumnado por medio de cobros irregulares" que hacen imposible acceder a ella a las familias más humildes. Desde la FERE niegan rotundamente que se produzcan estos "cobros irregulares"; lo que se ofrece es "una serie de actividades complementarias" que hay que pagar, "a las que los alumnos se apuntan siempre voluntariamente", afirma Emilio Díaz.

Adolfo Navarro, diputado socialista en la Asamblea de Madrid, coincide en la lectura de Francisco García y añade que "el Gobierno regional ha dejado a su suerte a la enseñanza pública" y ha permitido que se "concentren en la pública los alumnos con necesidades educativas especiales", esto es, básicamente, el alumnado inmigrante. La FERE vuelve a contradecir esta afirmación señalando que el año pasado acogió al 36% de los escolares extranjeros, contando con el 26% del alumnado total.