Un triángulo energético

Repsol YPF participará al 50% en un proyecto de las Bahamas valorado en 750 millones de dólares para exportar gas natural a Florida, según ha anunciado esta semana Leslie Miller, ministro de Comercio e Industria de la isla. Repsol enviará gas a las Bahamas desde Trinidad y Tobago, donde licuará el combustible para su transporte en buques cisterna, según el ministro. La compañía norteamericana AES, con sede en Arlington (Virginia), construirá la instalación de carga y descarga para los buques y el gasoducto submarino a Florida. "Parece ser una sociedad conjunta al 50%", señala Miller, cuyo ministerio es responsable de la concesión de licencias para la planta de regasificación y del gasoducto. El acuerdo final será anunciado por el Gobierno de las Bahamas en unos días.

El proyecto, de unos 750 millones de dólares, será afrontado al 50% por las dos compañías, según el ministro de Comercio de las Bahamas

AES considera que el proyecto es necesario para satisfacer el crecimiento de la demanda de combustible en Florida, especialmente para las generadoras eléctricas alimentadas por gas. Se espera un crecimiento de la demanda de gas natural en el sur de Florida de 56,6 millones de metros cúbicos diarios para 2010, según El Paso, el mayor propietario de gasoductos de Estados Unidos.

El nuevo gasoducto está diseñado para transportar unos 23 millones de metros cúbicos de gas diarios, lo que significaría cerca del 1,3% del suministro total del combustible. "En principio ya hemos dado nuestra aprobación", afirma Miller. "El fiscal general está revisando el acuerdo definitivo y debería presentarse al resto del Gabinete. Nosotros estamos prácticamente preparados para dar la licencia".

AES no quiere hacer comentarios sobre la posible asociación hasta que el proyecto reciba la autorización del Gobierno de las Bahamas, según Robin Pence, portavoz de la empresa. Repsol, por su parte, tampoco ha querido hacer comentarios.

AES ya tiene la autorización para la parte estadounidense del proyecto. La Comisión Federal Reguladora de Energía de EE UU autorizó la construcción del gasoducto en aguas estadounidenses hasta el condado de Broward cerca de Fort Lauderdale en el sur de Florida. Florida concedió licencias medioambientales y derechos de uso en abril.