Cuatro mil privilegiados
El presidente del Gobierno asistió ayer junto a ministros, actores y directores de cine a la proyección de 'Mar adentro'
No faltó nadie, del presidente del Gobierno a Miguel Bosé. Todo Madrid quiso estar presente anoche en el cine Kinépolis en el preestreno de Mar adentro, cuarta película de Alejandro Amenábar que ya se perfila como el gran estreno del año.
Flases, mucho tacón, escote y brillos se disputaron la alfombra roja que recibía a los 4.000 invitados, mientras dos altavoces, en el hall de acceso, repartían a modo de bienvenida el sonido del mar.
Un enjambre de periodistas, cámaras, micrófonos y bloc de notas esperaba ansioso desde las ocho de la tarde.
José Luis Rodríguez Zapatero llegó cinco minutos antes de las diez, sin corbata y distendido acompañado de su mujer, Sonsoles Espinosa, vestida de blanco y gris, perlas al cuello y muy sonriente. Ambos posaron para la foto junto a Amená-bar, Javier Bardem, Belén Rueda y el productor de la película, Fernando Bovaira.
Cien medios de prensa acreditados y medidas de seguridad que incluyeron perros y forzudos señores de negro que desde muy temprano revisaron bolsos, cámaras y documentación, fueron parte del programa.
En la presentación se destacó el privilegio de poder ver la película antes de su proyección en la Mostra de Venecia donde se exhibirá mañana. Las más elegantes de la noche: Pilar Bardem ("ésta no es una película sobre la eutanasia, sino sobre un caso concreto y la libertad de elegir") e Isabel Sartorius, ex novia del príncipe de Asturias, que pasó sonriente y silenciosa de negro impecable.
Vestido de rayas de la chaqueta a los calcetines, Boris Izaguirre, abogó por una "cultura comprometida" y aprovechó para mostrar y pasear su reloj de Bulgari.
Amenábar estuvo rodeado de colegas: productores, actores y directores de cine no faltaron a la cita. José Luis Cuerda, realizador y descubridor de Amenábar, confesó no sin ternura: "Hoy más que el padre me siento el abuelo". Afirmó además que espera que ésta sea la mejor película del director de Tesis, "sabia, sensible y honesta".
La política también dio el sí a la película de Amenábar. Ministros (Carmen Calvo, María José San Segundo, Elena Salgado, Juan Fernando López Aguilar, Elena Espinosa, María Antonia Trujillo, José Bono y Jesús Caldera), el presidente del Senado, Javier Rojo, Gaspar Llamazares y sólo dos nombres del PP, José María Michavilla y Ana Pastor, buscaron sus butacas en las siete salas habilitadas para el preestreno.
"¿Qué opina de que el cine toque un tema como la eutanasia?", fue la pregunta más repetida por los periodistas. "Espero no salir con una conclusión. Me gusta el cine que genera dudas y preguntas", afirmó el director David Trueba. "Abrir el debate es necesario sin hipocresías", definió Trinidad Jiménez, vestida de negro y Zara, según confesó. De inmaculado mono blanco, Miguel Bosé disparó un "¿por qué no? Hay películas sobre cosas mucho peores y éste es un tema muy digno".
Cuando callaron los flases, la gente entró en las salas y se apagaron las luces, ya olía a éxito. Al finalizar la proyección, la ovación incluyó bravos y la gente reclamó a Amenábar aplaudiendo de pie durante cinco minutos. Mientras corrían los créditos de la película, el director y los actores se fundieron en un abrazo. El presidente del Gobierno comentó al terminar la proyección que Mar adentro es "un canto a la vida desde la muerte". Mientras su esposa, Sonsoles Espinosa, dijo estar profundamente "impresionada", sensación compartida por la mayoría de los espectadores ante una película que no deja impasibles.
Babelia
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