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Bush reconoce por primera vez que calculó mal los riesgos de la posguerra en Irak

El presidente defiende el historial de Kerry en Vietnam, pero sin condenar los ataques contra él

George W. Bush, en plena actividad de campaña, ha reconocido por primera vez que algo hizo mal en el conflicto de Irak. En una entrevista con The New York Times, el presidente dice que calculó mal las condiciones en las que estaría el país en la posguerra y que eso facilitó la insurgencia contra las tropas ocupantes. Bush también defiende el historial de héroe de su rival John Kerry en Vietnam, pero no hasta el punto de condenar explícitamente la campaña del grupo Veteranos por la Verdad, que ha resultado, por el momento, notablemente perjudicial para el candidato demócrata.

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La admisión de responsabilidades es más importante por invertir una tendencia -la de negar errores- que por lo que dice. El pasado 13 de abril, en una de las escasas conferencias de prensa en la Casa Blanca, Bush fue incapaz de contestar a la pregunta de si se arrepentía de alguna de sus decisiones sobre Irak. Ahora, en la conversación mantenida en Nuevo México con los periodistas de The New York Times, el presidente reconoce que "calculó mal" la situación en la que iba a estar Irak después de la guerra y que "la rápida victoria" condujo a la indeseada consecuencia de que buena parte de las tropas de élite de Sadam Husein se dispersaran por el país y tuvieran tiempo y recursos para organizar la insurgencia. A continuación, Bush añade que su Gobierno ha sido "suficientemente flexible" como para responder al error de no haber previsto esto.

El presidente asume que esta imprevisión ha complicado los planes políticos y económicos de la reconstrucción en Irak y ha hecho que el país aún no sea seguro, pero insiste en que "ahora estamos adaptándonos a las condiciones", y pone como ejemplo Nayaf, en donde las tropas norteamericanas han combatido con las iraquíes hasta la mediación del ayatolá Alí al Sistani para que depusiera las armas el clérigo Múqtada al Sáder. ¿Algún error más?, se le pregunta al presidente. Dejémoslo en eso, contesta Bush, que cede a los historiadores las respuestas y que cita a su padre en la poca disposición hacia las "reflexiones de sillón sobre las decisiones tomadas". En otro encuentro mantenido con periodistas de USA Today a bordo del avión presidencial, Bush dice que tomó la decisión correcta al ir a la guerra y que cree que los votantes no le castigarán por ello, aunque estén en desacuerdo: "La guerra es la decisión más difícil para un presidente, y yo entiendo que haya gente que esté enfadada por la decisión de ir a la guerra".

Por lo demás, el presidente -que recorre sin descanso un Estado clave tras otro antes de desembarcar en la convención de su partido en Nueva York, el próximo jueves- hila fino en la polémica sobre Vietnam; reitera su convicción de que lo que Kerry hizo en Vietnam, y por lo que fue repetidamente condecorado, es cierto, pero evita expresar una condena específica sobre la campaña de anuncios de los Veteranos por la Verdad en la que -con dinero de un amigo de los Bush y con la colaboración de al menos dos destacados asesores republicanos- se pone en cuestión ese historial y se acusa de mentiroso y traidor al demócrata. Lo que hace el presidente, en lugar de condenar específicamente la campaña, es criticar que los grupos paralelos no sujetos estrictamente a los partidos puedan hacer propaganda política: "Entiendo cómo se siente el senador Kerry; yo también he sido atacado por los grupos 527 [llamados así por la sección del código fiscal que regula sus actividades]".

La campaña de los Veteranos ha sido ya costosa para el aspirante demócrata. Además de jugar un papel importante en la neutralización de la pequeña ventaja que llevaba en los sondeos, el debate ha sido muy negativo porque ha creado dudas sobre la opción que Kerry tomó -hacer de Vietnam el eje de su campaña- y sobre la construcción de su imagen. Según un sondeo Gallup, el 80% de los estadounidenses están al tanto de los anuncios, y aunque la mayoría (63%) cree que Kerry dice la verdad, el porcentaje de los que en julio iban a a votarle por su papel en la guerra era del 42%, y ahora ha caído al 21%. Peor aún, en julio Kerry aventajaba a Bush en imagen de sinceridad y confianza (46%-44%) y ahora es el presidente (44%-39%) el que se adelanta.

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El presidente Bush, durante un mitin electoral en Albuquerque, el pasado jueves.
El presidente Bush, durante un mitin electoral en Albuquerque, el pasado jueves.ASSOCIATED PRESS

El demócrata pierde fuelle

Bush llega a la convención republicana -que se abre el lunes en Nueva York- con unas encuestas algo mejores que las que ha tenido desde la primavera. La intensidad de la campaña en agosto -este año, el presidente se ha limitado a tomar cinco días de vacaciones en el rancho de Tejas, y uno de ellos lo dedicó a reunirse con su equipo de seguridad y defensa- y quizá los ataques sufridos por Kerry sobre Vietnam le están ayudando a acabar el mes con una ligera ventaja sobre su rival. En la práctica, los dos candidatos siguen empatados, y el ecologista Ralph Nader mantiene un apoyo escaso, pero que puede ser decisivo con estos márgenes. Según el sondeo de Gallup para USA Today y CNN, si las elecciones se celebraran hoy el presidente conseguiría un 50%, y Kerry, un 47%. Si Nader entra en escena en el sondeo, Bush tiene el 48%; Kerry, el 46%, y Nader, el 4%.

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