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La policía investiga si un enfrentamiento entre cazadores motivó el fuego de Sierra Morena

El incendio quedó controlado tras quemar 7.685 hectáreas de alto valor cinegético en Jaén

El incendio forestal originado el jueves a mediodía en el término de Aldeaquemada (Jaén) quedó controlado ayer después de arrasar, según la Junta, 7.685 hectáreas de alto valor cinegético en cuatro municipios de Sierra Morena. Los responsables del Plan Infoca recordaron ayer que han actuado en siete incendios de origen humano en la misma zona en lo que va de año. La policía autonómica apunta a un conflicto entre cazadores como posible causa del siniestro, el segundo más importante producido este verano en Andalucía tras el que ocurrido en Huelva y Sevilla a finales de julio.

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El fuego ha dejado graves secuelas para la economía de la zona al arder buena parte de las fincas dedicadas a los aprovechamientos cinegéticos. Las llamas han quemado 5.383 hectáreas de propiedad privada y 2.301 de titularidad pública entre las que se dan cotos de caza mayor. Precisamente, la investigación abierta por la policía autonómica y el Seprona de la Guardia Civil para esclarecer las causas del siniestro apunta a posibles enfrentamientos entre cazadores, que cada año se benefician de los derechos de uso y disfrute que tienen en varias fincas públicas. En la misma zona, según el director general de Gestión del Medio Natural, José Guirado, se han registrado siete incendios este año provocados todos por acción humana.

El delegado del Gobierno andaluz en Jaén, Francisco Reyes, apuntó en rueda de prensa que detrás del incendio estaba "la mano del hombre", aunque no precisó si debido a una negligencia o con intención. El alcalde de Aldeaquemada, Manuel Fernández (PP), se mostró seguro de la intencionalidad al indicar que se apreciaron hasta tres focos.

Si el jueves fue el fuerte viento reinante el que contribuyó a propagar como la pólvora el incendio, que se extendió en pocas horas en una franja de 30 kilómetros entre Aldeaquemada y Montizón, al norte de la provincia de Jaén y en el límite de Ciudad Real, ayer las condiciones meteorológicas se aliaron con los más de 250 miembros del Infoca llegados de varias provincias (Granada, Córdoba y Almería, además de Jaén) para trabajar en la extinción, y que estuvieron apoyados por una veintena de medios aéreos y otros tantos terrestres. Durante varios días seguirán las labores de remate y vigilancia.

El siniestro, que dejó un paisaje desolador en amplias extensiones de dehesas y bosque, provocó la huida despavorida de decenas de ciervos, gamos y otras especies de caza mayor. Muchos murieron calcinados al quedar atrapados en las vallas de los cotos privados.

Alerta máxima

El incendio de Jaén ocurrió al cuarto día de la tercera ola de calor registrada este verano en Andalucía. La zona de Sierra Morena, desde el norte de Huelva hasta Jaén, estaba en alerta máxima, lo que coloca a todo el personal del Infoca en estado de máxima tensión pero no cambia el despliegue. "Con las situaciones de alerta no cambiamos los dispositivos porque hemos conseguido posicionar los medios en los territorios donde están los conflictos", señala Guirado, quien destaca la "eficacia" en la detección.

Un vigilante de torre dio la voz de alarma del fuego y, según el responsable del Infoca, la llegada de la brigada más cercana no superó los 15 minutos. "Y los retenes de Córdoba y Granada tardaron entre 15 y 30 minutos en helicóptero", indica.

La Junta de Andalucía cifró en 7.685 las hectáreas calcinadas en el incendio, de las que 1.900 eran de arbolado, más de 4.000 de matorral, 1.100 de pastizal y 68 de cultivo. Algunos alcaldes, así como el Partido Popular, mostraron su desconfianza con la medición del Plan Infoca, hecha con GPS desde un helicóptero que bordeó el perímetro. El alcalde de Santisteban del Puerto, José Álvarez (PSOE), dijo que en su municipio se quemaron más de 10.000 hectáreas.

Ecologistas en Acción calificó el fuego de "atentado ecológico" y alertó del elevado riesgo para las colonias de águilas imperiales, una especie en peligro de extinción. Guirado, sin embargo, minimizó estos riesgos al explicar que se trata de una zona de caza de cuatro parejas de águilas imperiales y no de nidificación. "Viven mejor después de un incendio porque cazan con más facilidad", indicó.

Dos operarios del Infoca, ayer en la zona del incendio de Jaén.
Dos operarios del Infoca, ayer en la zona del incendio de Jaén.JOSÉ MANUEL PEDROSA

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