El bolsillo marca el precio

Comer, fumar y beber es un 19% más barato en España que en la media de la Unión Europea (UE), mientras resulta un 11% más caro en Francia. Pero un español gana 1.600 euros, mientras que en Francia el sueldo medio ronda los 2.800 euros. Las diferencias en el nivel de renta de los españoles, todavía por debajo de la media comunitaria, hacen difícil que los consumidores perciban esta supuesta ventaja de precios en sus pequeños gastos diarios, como el café, la lata de refresco o el menú del bar.

Lo cierto es que los precios de estos productos son inferiores en España básicamente por el tabaco y el alcohol, que están gravados con menos impuestos que en Suecia o Finlandia. Comprar tabaco en un estanco español es un 27% más barato que la media europea (resulta un 27% más caro en Suecia), mientras el precio del alcohol es un 22% inferior (en Finlandia cuesta un 81% más que el promedio comunitario). Sin embargo, los productos de alimentación no resultan tan baratos (un 16%), sobre todo en el caso del pan y los cereales -un 4% más caros que en la UE-, y otros productos de uso cotidiano como el azúcar, la mermelada, la miel, la bollería y el chocolate, que cuestan un 8% más.

Éstos son algunos de los resultados de un reciente informe de Eurostat, oficina estadística comunitaria, que se elabora cada tres años a partir de la recogida de precios de 450 productos en 31 países (los 25 de la UE, además de Suiza, Noruega, Islandia, Turquía, Rumanía y Bulgaria). Desde Eurostat defienden la fiabilidad de los datos: "Siempre hay un cierto margen de error asociado a cada estadística, pero los estudios sobre los precios al consumo se encuentran entre los más fiables".

"La gente no percibe que los precios en España son inferiores porque las rentas también son inferiores a la media europea", explica Ramon Roig, del servicio de estudios de Caixa Catalunya. En concreto, el nivel de renta de los españoles representaba un 95% del promedio comunitario en 2003, superior al 87% de 1995, pero todavía muy por detrás de países como Dinamarca, cuyo nivel de renta es un 23% superior a la media comunitaria, Austria (un 21% superior) o Francia (13%). Además, los economistas consideran que, en buena medida por la introducción del euro, se han encarecido de forma especial productos de consumo diario muy específicos que pesan, y mucho, en la percepción de los consumidores.

Aún así, las diferencias salariales son notables. Según CC OO de Cataluña, un oficial de primera gana en España 1.552 euros al mes, frente a los 2.123 de un francés y los 2.600 de un alemán. Sólo griegos (1.122 euros) y portugueses (696 euros) ganan menos.