La ciencia europea se reúne en Estocolmo
En Estocolmo, la astronomía es sólo uno de los muchos temas, puramente científicos o de política científica, que están en el denso programa del I Foro Abierto EuroScience, que se celebra hasta el próximo sábado siguiendo el modelo de las reuniones anuales de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).
Euroscience es una asociación creada hace sólo siete años, que pretende dar voz y peso político y social a la ciencia europea. "Nadie nos ha dado esta tarea", señaló ayer refiriéndose al foro el presidente de Euroscience, Jean-Patrick Connerade, para subrayar que se trata de agrupar a los científicos europeos en un movimiento de abajo arriba, espontáneo, que agite la escena sin esperar a que actúen los políticos. Pese a eso, sorprendió la ausencia en la inauguración del comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin. Aunque esté a punto de terminar su mandato, Busquin fue el impulsor de la idea del Espacio Europeo de Investigación hace ahora cuatro años y apoya activamente la creación de una agencia europea de financiación de la investigación básica, el European Research Council.
Ambos conceptos fueron ayer recordados por casi todos los que intervinieron, entre ellos el ministro sueco de Educación y Ciencia, Thomas Östros, quien aseguró que es necesaria una cooperación mucho mayor en investigación y desarrollo en Europa si se quieren alcanzar los objetivos fijados para 2010 por la UE en Lisboa y Barcelona hace dos años. El ministro recordó la gran cantidad de premios Nobel recientes que van a parar a investigadores europeos que se fueron a trabajar a EE UU. Rainer Gerold, representante de la dirección general de Investigación de la Comisión Europea, explicó que las cosas van demasiado despacio en el camino a una mejor organización de la ciencia en Europa, que se base en la excelencia por encima de las fronteras nacionales, y dijo que está en peligro, por falta de apoyo social, la propuesta de doblar los fondos destinados a I+D. Echó en falta Gerold una voz, o lobby, de los científicos, tan fuerte como la que tienen los agricultores en la UE.
Según Connerade, la ciencia es básica para la construcción de Europa y lo que hay que conseguir es que sea de alta calidad y que los europeos consideren importante lo relacionado con la investigación. El foro, que se celebrará cada dos años (en Múnich en 2006) se ve como una buena herramienta en esa tarea.
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