Sobre el edificio de la Tabacalera de Valencia

Sobre la utilización del edificio de Tabacalera de Valencia y los terrenos anexos (unos 10.000 metros cuadrados), se han escuchado múltiples propuestas (para ocio de los vecinos, para jardines, para viviendas, etcétera), pero nadie desde el Consistorio o la Generalitat ha considerado la posibilidad de emplazar una pequeña parte de esa superficie para un uso "sanitario", cuando las necesidades sanitarias de esta zona así lo demandan, yo diría que "escandalosamente".

Toda la población comprendida en el polígono que abarca las zonas de Viveros, Blasco Ibáñez, Paseo de la Alameda, Cardenal Benlloch y Eduardo Boscá (unas 20.000 personas) es atendida en el obsoleto, deteriorado y precario consultorio de la calle Chile. Un bajo de una finca urbana que carece de ventilación (sólo una consulta tiene ventana al exterior), en el que se producen "apagones" inesperados en varias consultas o que ha sufrido "acometidas de aguas fecales", una de ellas, en el archivo de historias clínicas. Esta dependencia, de unos tres metros por cinco es "plurifuncional" y "multicompartida", y en algún momento nos recuerda al famoso camarote de los Hermanos Marx (aquí también se confeccionan y dispensan las recetas de los "crónicos"). Esta carencia de espacio es común en la "mini-sala" de extracciones, curas, en varias consultas o en el almacén, y un largo etcétera. En definititva, unas instalaciones deficientes para lo que hoy en día entendemos como centro sanitario. Llegó el momento de que todos demandemos algo tan razonable como evidente para esta zona: un nuevo centro de salud.