Israel autoriza la construcción de 533 viviendas en Cisjordania
EE UU justifica el "crecimiento natural" de los asentamientos
El Gobierno israelí autorizó ayer la construcción de 533 nuevas viviendas en territorio cisjordano apenas dos días después de que Washington aceptara que la construcción en estas colonias se justifica por su "crecimiento natural". Están situadas dentro de la línea verde, la frontera anterior a la guerra de 1967, unas muy cerca de Jerusalén y otras en puntos estratégicos del interior de Cisjordania.
Las edificaciones en colonias próximas a la capital aseguran la esencia judía de la ciudad santa. Las del interior de Cisjordania permiten la expropiación de tierras e impiden la continuidad territorial del futuro Estado palestino. Har Gilo (200 viviendas) y Gilo (36) fortalecen el sur de Jerusalén; Har Adar (101) y Givat Zeev (48) defienden el flanco este, y Adam (134), el noroeste. Mientras tanto, Emmanuel (98), en el centro de Cisjordania, garantiza una lengua de tierras de hasta 30 kilómetros dentro de territorio palestino que llega hasta Ariel. Con este concurso de obras son ya 2.167 los permisos aprobados para construir en territorio palestino en lo que va de año.
Según la Hoja de Ruta, la construcción en territorios "apropiados tras la guerra de 1967" está prohibida, sea en asentamientos ya existentes o de nueva creación. De ahí que muchos de los motivos de fricción del Ejecutivo hebreo con la administración estadounidense tengan como protagonistas los asentamientos y la evacuación y desmantelamiento de colonias salvajes (outposts en inglés), una suerte de embriones de futuras localidades. Pero George Bush ve acercarse las elecciones y necesita el apoyo de los miembros de la comunidad judía, favorable a los asentamientos, y de las organizaciones cristianas conservadoras. La ampliación de las colonias de Cisjordania podría ser una compensación para ambos grupos, contrarios a la retirada de Gaza, y el elemento clave a la hora de emitir su voto.
No es casual, por tanto, que a la publicación de la licitación de estas 533 nuevas viviendas le siguiera ayer el anuncio del Ministerio de Defensa de que, desde marzo de 2001 -fecha en que Ariel Sharon asumió su cargo de primer ministro-, se han destruido 82 de los 104 outposts existentes. El diputado del partido pacifista Yahad, Yossi Sarid, consideró estas cifras "inciertas y sin base" . Las refutan también claramente los datos recogidos por la organización israelí Peace Now, que asegura que sólo se desmantelaron 26 colonias salvajes, y se crearon 51 nuevas.
El ministro de negociaciones palestino, Saeb Erekat, señaló que, si Israel continúa con esta política de expansión, será imposible para su pueblo "encontrar suficiente espacio para establecer nuestro Estado". Mientras, diversas fuentes palestinas acusaron a Israel y a Washington de torpedear conjuntamente la Hoja de Ruta, si se confirma la nueva política de apoyo estadounidense. Este extremo fue certificado a la agencia Reuters por una fuente cercana a Sharon: "Israel no habría aprobado esto si no contara con luz verde de EE UU".
Mientras, en Ramala se vivía una nueva escenificación entre bambalinas de la pipa de la paz entre el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, y Mohamed Dahlan, para muchos el instigador de las revueltas en los territorios de este último mesen protesta por la corrupción en las altas esferas políticas palestinas. Arafat había aplazado en dos ocasiones esta reunión para presentarse como vencedor de la lucha de poder con Dahlan.
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